Con los relojes electorales sincronizados, dirigentes de izquierda uruguayos intentaron capitalizar el estrepitoso revés del mandatario argentino
En una coincidencia inédita, Argentina y Uruguay celebrarán el mismo día elecciones presidenciales en octubre de 2019, con la polarización de los electorados como punto en común de campañas que se miran de reojo.
Los dos países viven situaciones políticas contrapuestas. Mientras Argentina fue parte del cambio de viento latinoamericano hacia gobiernos de centro-derecha, Uruguay es presidido desde 2005 por la coalición de izquierdas Frente Amplio (FA), que compite por un cuarto mandato consecutivo.
Y si bien tras las primarias argentinas del domingo el presidente liberal Mauricio Macri vio reducir drásticamente sus chances de ser reelecto, cuando en Uruguay las encuestas delinean un escenario más imprevisto, ambas campañas apuntan a una disyuntiva entre modelos de países distintos.
Con los relojes electorales sincronizados, dirigentes de izquierda uruguayos intentaron capitalizar el estrepitoso revés del mandatario argentino frente a la fórmula peronista compuesta por Alberto Fernández y la expresidenta Cristina Kirchner, en las primarias.