Los gatos tienen la vieja costumbre de «amasar» mantas, almohadas, e inclusive el regazo de sus amos en algún momento. Pero, ¿por qué lo hacen?, al parecer este comportamiento está asociado a la primera etapa de sus vidas
Médicos veterinarios coinciden en que este comportamiento, conocido como amasamiento, que se caracteriza por movimientos rítmicos similares a amasar masa, tiene que ver con la costumbre que desde pequeños adquirieron con la succión de la leche de las madres.
La explicación más plausible es que se trate de un vestigio de la etapa de gatito, cuando estos amasaban el cuerpo de su madre con sus patas de forma rítmica para estimular el flujo de leche.
De acuerdo con Susan Hazel, profesora asociada de comportamiento, bienestar y ética animal en la Universidad de Adelaida, Australia, el amasamiento está relacionado con la succión, que ayuda a estimular la producción de leche en la madre mediante la liberación de oxitocina. Es probable que este comportamiento haya evolucionado con ese propósito.
«El comportamiento de amasar es muy similar al que utilizan los gatitos al mamar», afirma Hazel. «El proceso de mamar, y también las feromonas liberadas alrededor de las glándulas mamarias, probablemente lo convierten en una actividad muy placentera», asegura.
Según un estudio de Conversation, revista norteamericana, el amasamiento también tiene otra ventaja evolutiva. Se cree que puede ser una forma de comunicación táctil y de feromonas entre el gatito y su madre.
Los felinos poseen glándulas odoríferas en las almohadillas blandas de sus patas. Cuando amasan, sus glándulas liberan feromonas, enviando mensajes químicos utilizados para comunicarse, según apuntan las investigaciones.
Al amasar a su madre, los gatitos liberan feromonas asociadas al vínculo afectivo, la identificación, el estado de salud y otros mensajes.
Una de estas feromonas es conocida como «feromona apaciguadora del gato» y es liberada por las glándulas sebáceas que rodean las glándulas mamarias de la madre. Estas feromonas transmiten sensaciones de calma y seguridad, ayudando a fortalecer el vínculo entre la madre y sus crías.
Una vez que han crecido, parece ser que los gatos se sienten cómodos con esta conducta. Según Hazel y Henning, este comportamiento puede persistir en la adultez debido a un fenómeno llamado neotenia.
La neotenia se observa cuando el animal conserva rasgos físicos o de comportamiento juveniles en la edad adulta. Estos rasgos pueden ser beneficiosos para los gatos cuando necesitan socializar con humanos y otros animales en el hogar.