Se debe proporcionar comodidad al canino para que haga su observación. Si la ventana es muy alta, colocarle algún mueble que le sirva para trepar y tener mayor confort
Muchos perros disfrutan mirar por las ventanas, y la razón por la cual lo hacen es porque son curiosos y disfrutan mirando hacia afuera, consideran la parte exterior de su vivienda como su propio territorio.
Observar su entorno le brinda al perro un gran entretenimiento, y lo ayuda a controlar el estrés, especialmente si vive en apartamentos, y con pocas posibilidades de hacer ejercicio físico.
Los dueños deben controlar la seguridad del animal, asegurarse de que no tenga posibilidad de escaparse. Por muy tranquilo y obediente que sea alguna situación externa lo puede tentar a salir o a saltar.
Los olores que llegan desde la calle son un gran estímulo para su desarrollado sentido del olfato. Si la ventana está ligeramente abierta, pueden llegar a reconocer a las personas o animales que pasen por delante por su aroma.

Si el perro mira desde un piso alto, sentirá que tiene control de su territorio. Esto le brinda seguridad y tranquilidad, lo que evita algunos problemas de conducta generados por la ansiedad.
Algunas mascotas reaccionan mal a los ruidos extraños del exterior. Si llegan a ver la procedencia del sonido, pueden incorporarlo como un ruido habitual y ya no les molesta tanto.
También buscan tomar sol, a la mayoría de los perros les aporta vitamina D y les aumenta la producción de la serotonina, lo que mejora su estado de ánimo.