Los gatos son más propensos a infectarse de parásitos internos, como Toxocara cati, debido a su conducta de autoacicalamiento
El Consejo Científico Europeo sobre Parásitos de Animales de Compañía (Esccap) publicó dos nuevas hojas informativas para explicar cómo desparasitar a perros y gatos, a fin de proteger a estas mascotas frente a las infestaciones de parásitos internos.
Las hojas informativas contienen diagramas de flujo de toma de decisiones diseñados para una consulta rápida a la hora de decidir estrategias para el tratamiento de animales específicos.
Estos tienen en cuenta el estilo de vida, la dieta y la ubicación, así como las opciones de tratamiento basadas en diferentes grupos de riesgo. Los diagramas de flujo están acompañados por tablas de orientación más detalladas.
Para los gatos
Los féelinos que no salen del hogar se agrupan en el grupo de Riesgo A, y la probabilidad de infestación por parásitos en su etapa de verme (gusano) es baja, y es improbable que coman roedores.
Por ello, el documento considera que los veterinarios deberían realizar 1 o 2 veces al año un examen fecal —así como un tratamiento según lo que revele el análisis— o aplicar un tratamiento contra lombrices intestinales, también 1 o 2 veces al año.
Por su parte, los gatos que tienen acceso al exterior están categorizados en el grupo de Riesgo B. En este caso, la probabilidad de infestación por parásitos internos es alta, y tienen más posibilidades de comer roedores.
Debido a ello, la Escapp considera necesario minimizar el riesgo de excreción de los huevos de tenia y Toxocara, y recomienda realizar un examen fecal y aplicar tratamiento según los resultados al menos 4 veces al año, o tratar a los animales contra lombrices intestinales también 4 veces al año.
Para perros
En cuanto a la hoja informativa sobre la desparasitación de los perros, esta sigue el mismo esquema que la de los gatos, diferenciando los perros por su edad y situación, y también informando sobre parásitos como Dirofilaria Immitis.
En el caso de los caninos hay hasta cuatro grupos de riesgo. Y existen diversos tratamientos, dependiendo de si el perro vive en el interior de la casa y no tiene contacto directo con otros animales (Grupo A); si sale al exterior y tiene contacto directo con otros ejemplares o elementos como parques (Grupo B); si se dan las condiciones del grupo B y además come presas, sale de caza sin supervisión, tiende a comerse «cualquier cosa», come serpientes, babosas o alimento crudo (Grupo C); y si el perro vive en ciertas áreas endémicas, come presas animales o sale a cazar sin supervisión.
Por último, cabe mencionar que ambas hojas informativas, especifican que en la desparasitación tiene que estar involucrado un veterinario.