El oso de anteojos está calificado como una especie vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Cada 21 de febrero, se celebra el Día Mundial para la Protección de los Osos, entre los que se encuentra el de anteojos que habita en la región de Sudamérica, también conocido como andino ya que su hábitat se extiende por la Cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta Argentina.

Por iniciativa de Abel Sáenz, amante y promotor de la conservación de las 8 especies de osos en el mundo, desde el año 2007, se considerara este Día para celebrar la importancia de cada una y trabajar en pro de las especies de osos en el mundo.

Cabe mencionar, que éste pues enfrenta amenazas a su supervivencia por la caza y la pérdida de hábitat. Por ello, son muchas las iniciativas de conservación que se vienen desarrollando en Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia, y así mantener a esta emblemática especie.

El oso andino, es considerado como el guardián de los páramos. Tiene presencia en 22 de los 59 Parques Nacionales Naturales de Colombia, por lo que su protección contribuye a la de otras especies silvestres y ecosistemas estratégicos para el aprovisionamiento de servicios naturales como el agua.

En este sentido, la bióloga Ángela Parra, indica que el oso es fundamental en la conservación de la vida misma, señaló que «conservar al oso de anteojos es garantizar que exista dispersión en los ecosistemas, esto quiere decir que el oso es un animal que se desplaza mucho y le encantan las frutas. Por esto, a su paso va llevando semillas garantizando la existencia de varias especies. Así mismo al vivir en los árboles, mueve las hojas y permite el paso de la luz solar ayudando a procesos como la fotosíntesis».