«Las revelaciones no contienen información que pueda violar la Ley de Secretos Oficiales», dijo en un comunicado Neil Basu, uno de los más altos funcionarios de Scotland Yard
Las fugas en la prensa que revelaron la decisión británica de permitir al gigante de las telecomunicaciones chino Huawei participar en la implementación de la red 5G, que llevaron a la destitución del ministro de Defensa, Gavin Williamson, no constituye una «infracción», afirmó este sábado Scotland Yard.
Las filtraciones sobre esa autorización que habría sido decidida durante una reunión del Consejo de Seguridad Nacional británico, compuesto por ministros y altos responsables de seguridad bajo el mando de la primera ministra Theresa May, llevaron a políticos de oposición a hacer llamados para abrir una investigación judicial.
Pero «las revelaciones no contienen información que pueda violar la Ley de Secretos Oficiales», dijo Neil Basu, uno de los más altos funcionarios de Scotland Yard, en un comunicado.
«No se ha cometido ninguna infracción», agregó. «En estas circunstancias, sería inapropiado realizar una investigación».
Todo comenzó con la revelación, el 23 de abril en el diario The Telegraph, de la decisión tomada por Theresa May de autorizar al grupo chino Huawei participar de manera limitada en el desarrollo de la red 5G, a pesar de las advertencias de Estados Unidos, que acusa al fabricante de teléfonos móviles chino de espiar para el gobierno de Pekín.
La luz verde fue dada el mismo día en una reunión del consejo presidido por May.
La fuga provocó la investigación interna, dirigida por el jefe de gabinete de May, Mark Sedwill, quien escribió a las personas presentes en la reunión preguntándoles si eran responsables de esa filtración, según el diario The Guardian.
Varios ministros, entre ellos Gavin Williamson, rechazó públicamente toda responsabilidad en este caso de filtraciones.
Pero el miércoles, May destituyó a Williamson, al afirmar que tenía «pruebas irrefutables» de su implicación en este caso.
En una carta dirigida a la primera ministra, Williamson negó haber estado implicado en esta filtración. Afirmó a la cadena SkyNews que su destitución fue una «decisión tomada por razones políticas». May designó para reemplazarlo en el cargo a la euroescéptica Penny Mordaunt, hasta ahora ministra de Desarrollo internacional.