«Ni los cosmonautas rusos ni los astronautas estadounidenses deben volar en las nuevas naves comerciales hasta que no concluya la totalidad de las pruebas»
Naves espaciales privadas estadounidenses, específicamente la Dragon-2 y la Starliner, no superan las exigencias rusas que garanticen la seguridad de los cosmonautas y, por ahora, Moscú se abstendrá de enviar a su personal en ellas, declaró este viernes, 10 de mayo, el jefe del Centro de Preparación de Cosmonautas, Pável Vlásov.
«Desde nuestro punto de vista, los productores de las naves Dragon-2 y Starliner todavía no han realizado ensayos suficientes que nos permitan incluir tripulaciones nuestras en sus vuelos«, afirmó en declaraciones a la agencia de prensa rusa RIA Novosti.
Según Vlásov, «esto (tripulaciones rusas en las naves espaciales de fabricación privada) sería posible sólo después de la realización de pruebas de envergadura de todos los sistemas de las naves y todo el conjunto del cohete portador«.
Indicó el funcionario ruso que la necesidad de ensayos y pruebas minuciosas fue abordada por los especialistas rusos durante la más reciente reunión de la comisión espacial ruso-estadounidense.
«Expresamos nuestras preocupaciones y comentamos que ni los cosmonautas rusos ni los astronautas estadounidenses deben volar en las nuevas naves comerciales hasta que no concluya la totalidad de las pruebas«, añadió.
Consideró que el interés estadounidense en realizar lanzamientos tiene que ver con la carrera desatada entre las empresas fabricantes, SpaceX y Boeign.
«Ellos buscan ganarle a su oponente, a veces subestimando las experiencias acumuladas por las generaciones de ingenieros que les antecedieron«, advirtió.
Vlásov expresó su convicción de que las pruebas fallidas del sistema de emergencias de la Dragon-2 obliga a postergar el primer vuelo pilotado de esa nave a la Estación Espacial Internacional.
El programa está retrasado por una explosión durante las pruebas del sistema de emergencias de la nave Dragon-2 desarrollada por SpaceX.
Entretanto, el vuelo tripulado del Starliner está previsto para el 1 de noviembre de 2019.