Las primarias permitirán constatar el nivel de polarización, que algunas encuestas estiman hasta en 80%, y será capital el margen de diferencia entre los candidatos presidenciales Mauricio Macri y Alberto Fernández
Sumida en la recesión económica, Argentina celebra este domingo unas elecciones primarias obligatorias que servirán de ensayo para las presidenciales de octubre, en las que el mandatario liberal Mauricio Macri buscará la reelección frente al peronista de centro-izquierda Alberto Fernández.
Las candidaturas fueron definidas de antemano por consenso en las coaliciones políticas, por lo que estas primarias adquieren el valor de una presidencial anticipada.
La votación comenzó a las 8:00 de la mañana, hora de Argentina, y los centros electorales permanecerán abiertos hasta las 6:00 de la tarde. Se espera que los primeros resultados se conozcan tres horas después del cierre.
Las primarias permitirán constatar el nivel de polarización, que algunas encuestas estiman hasta en 80%, y será capital el margen de diferencia entre Macri y Fernández, este último el favorito de los sondeos y a quien acompaña como aspirante a la vicepresidencia la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
Como tercera opción se presenta la fórmula del exministro de Economía Roberto Lavagna con el gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey, del peronismo de centro.
En total, hay diez fórmulas presidenciales y 34 millones de electores.
Los mercados
Agobiados por la inflación, que con 22% en el primer semestre es de las más elevadas del mundo y una pobreza que alcanza a 32% de la población, a los argentinos se les presentan dos proyectos antagónicos: el de Macri, que lleva adelante un plan de ajuste respaldado por el Fondo Monetario Internacional, y el de Fernández, a quien los mercados ven con desconfianza.
Fernández (60) fue jefe de gabinete del ya fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), época en la que Argentina se alejó del FMI tras cancelar 9.600 millones de dólares que aún adeudaba al organismo, que dejó de realizar visitas e informes sobre el estado de la economía.
También fue jefe de gabinete de Cristina Kirchner hasta 2008, durante su primer año de gobierno.
«Vamos a elegir entre dos modelos que ya conocemos. Sería muy difícil remontar una diferencia de más de cinco puntos, porque debido a la polarización no hay margen de donde sacar votos», comentó a la AFP el analista político Raúl Aragón.