Limitar el número de tragos, e hidratarse entre tragos, son algunos consejos clave
Cuando todo el mundo dice «bebe», la doctora Carmen Mantellini, ginecóloga, replica «cuidado». No es que esté en contra de disfrutar del alcohol de manera responsable y reducida; es que, como lo reitera, el efecto sobre las mujeres es diferente.
«El ir juntas a tomar un café se transformó en una copita, y no es una copita, sino la botella. Una botella son cuatro o seis copas, y dos amigas que solo querían una copita terminan con cuatro», resume Mantellini en conversación con contrapunto.com.
La sociedad presiona para que se consuma alcohol en grandes cantidades, casi se obliga a beber hasta perder la conciencia aun cuando su ingesta se relaciona con riesgos para la salud, como el cáncer y otros. «El alcohol puede llevar a relaciones sexuales sin protección, a hacer cosas que no harías de no estar bajo los efectos del alcohol; puede facilitar violencia sexual, porque se pueden aprovechar de una mujer alcoholizada. Si una persona está acostumbrada a usar preservativos, bajo el consumo del alcohol posiblemente no lo exige», describe.
El alcohol actúa diferente en las mujeres, y por distintas razones: «Tenemos menos líquido corporal y menos masa muscular, por lo que el alcohol no tiene el mismo efecto en nosotras», remarca.
¿Cómo disfrutar de forma responsable y sin correr riesgos? «Limitar el número de tragos e hidratarse entre tragos. Esto significa aumentar el tiempo entre uno y otro, y al hidratarte, ayudas a reducir los efectos. El alcohol aumenta la frecuencia respiratoria, perdemos agua por la respiración. El vaso de agua entre copas nos ayuda», plantea.
Sexualidad compleja
Mantellini recuerda, también, que la salud sexual de las mujeres es muy compleja, y no se trata solo de hablar de vulva o de vagina: «También tiene que ver con lo que sentimos, lo que nos atrae de la otra persona. El dolor impacta en el deseo sexual, porque ¿quién quiere tener relaciones sexuales con dolor?». Las mujeres, en la menopausia, se distancian de las relaciones sexuales, y llegan a perder el deseo. Rechazan a las parejas, y las parejas se resienten por ser rechazadas. La palabra clave es diálogo y acompañarse en la salud, en el propósito común.