La epidemia no está controlada, asegura el infectólogo Manuel Figuera. Luego de casi 100 días de cuarentena los hospitales no están mejor dotados ni equipados, señala Huniades Urbina
Con 33 fallecimientos y 3.789 casos de covid-19 reportados oficialmente hasta el viernes 19 de junio, Venezuela no parece estar cerca de la «curva aplanada» que pregonaban las autoridades hasta hace pocas semanas.
Hasta la fecha han fallecido en Venezuela dos médicos venezolanos y un enfermero.
La curva de la epidemia está en crecimiento exponencial, asegura el infectólogo Manuel Figuera. Además, este incremento no es el esperado por la flexibilización, ya que este se verá en dos o tres semanas.
Luego de casi 100 días de cuarentena los hospitales no están mejor dotados ni mejor equipados, sostiene Huniades Urbina, presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y pediatría. Al contrario, sigue el déficit de agua, tapabocas, cloro y jabón.
El personal de salud no tiene el equipo de protección personal que requiere, por lo que no solo se enferma, sino que puede contagiar a otros, señala Ramón Agüero, vicepresidente de la Federación de Colegios de Enfermeros de Venezuela. Los trabajadores sanitarios necesitan mascarillas especiales y lentes, porque el virus ingresa por la boca, la nariz y los ojos, recuerda.
Tal como avanza la enfermedad ya es irrelevante la división entre casos nacionales e importados, subraya Figuera en declaraciones para Unión Radio.
El uso masivo del tapabocas es una fortaleza en Venezuela, pero -según su valoración- el distanciamiento físico es una debilidad.
Hay zonas del país con focos importantes de la enfermedad. Es el caso de Maracaibo; el alcalde marabino, Willy Casanova, informó el viernes 19 de junio que hay 600 casos positivos en las pruebas rápidas.
Focos como el de Zulia se pueden registrar en cualquier lugar, alerta Figuera.
Para cualquier medida de flexibilización es fundamental saber dónde estamos parados, y para saberlo es imprescindible masificar las pruebas de diagnóstico molecular o PCR, insiste. En la actualidad, como todos los exámenes están centralizados en el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (UCV), el retraso en la entrega de resultados puede superar la semana.
Si se descentralizaran las PCR se ganaría rapidez en el diagnóstico y la acción, expone el infectólogo Mario Comegna. A su juicio, se necesitan muchas más pruebas al día; es decir, varios miles.
Los gimnasios se encuentran entre los lugares de mayor riesgo para el contagio, advierten los médicos. Sin embargo, el gobierno de Maduro los incorporó a la flexibilización de la cuarentena. A juicio de Figuera, para poder hacerlo se deben tener regulaciones muy claras, tales como disminución del número de usuarios y la desinfección de las máquinas.






