Los estudiantes de medicina Andrés González-Silén y Luis Velásquez comenzaron, hace 20 años, una ruta que los ha llevado a ofrecer telemedicina, atención domiciliaria, ambulancia, entrega de medicamentos, hospitalización domiciliaria y Urgent Care, entre otros servicios
En el año 2002 la emergencia del Hospital Vargas de Caracas «era Bagdad», rememora Andrés Simón González-Silén, cofundador y presidente ejecutivo de Venemergencia. Fue esa Bagdad de pacientes con infartos y cosidos a tiros la que llevó a González-Silén y a Luis Velásquez, entonces estudiantes de medicina de la UCV, a buscar soluciones «fuera de la caja».
Mucha gente llegaba de dos maneras a esa emergencia hospitalaria, recordó González-Silén en un desayuno con periodistas celebrado esta semana en Caracas: una señora que se presentaba de madrugada con un dolor de cabeza que comenzó dos meses antes, y que permanecía sentada durante horas a la espera de atención; y un señor que llegaba con el corazón, literalmente, partido, y que no podía esperar ni un minuto.
Ambos comenzaron a dictar cursos con maniquíes elaborados por ellos mismos, con la idea -como lo precisó el médico y gerente- de enseñar de manera sencilla cómo actuar ante emergencias. Los cursos se ampliaron con la venta de botiquines de primeros auxilios, cuenta, que eran muy artesanales. Y, después, con la oferta de paramédicos para eventos. Así comenzó, hace 20 años, Venezuela Emergencia o Venemergencia.
«Somos de la generación en la que el médico va al paciente», resalta González-Silén. «Veíamos un sistema de salud roto, y queríamos generar calidad de vida y modelos que funcionaran». Para eso «la salud había que acercarla a la gente», con un sistema primario domiciliario. Orientación médica telefónica y atención médica domiciliaria se convirtieron en sus caballitos de batalla, con la premisa de 80% de los casos se pueden atender de manera ambulatoria.
En 2011 se creó la Fundación Venemergencia, para promover proyectos comunitarios que garanticen el acceso a la salud.
Hoy, Venemergencia ofrece telemedicina, atención domiciliaria, ambulancia, entrega de medicamentos, hospitalización domiciliaria y Urgent Care, enumera.
«A trece años de nuestra creación, contamos con el servicio de Telemedicina de Acceso Público (TAP); casi 8 mil personas certificadas como primeros respondedores para urgencias y emergencias médicas; 10 cohortes del diplomado de Proveedores de Auxilio Médico de Emergencia (PAME); alianzas con la Universidad Simón Bolívar, Universidad Católica Andrés Bello, Universidad Metropolitana y la Universidad Monteávila. Importantes innovaciones como el lanzamiento del programa de Desfibrilación de Acceso Público (DAP)», señala un material corporativo.
En 2024 Venemergencia comenzó la donación de 11 Desfibriladores Externos Automáticos (DEA) y 11 jornadas masivas de capacitación en el protocolo de Soporte Básico
de Vida (SBV) en los municipios Chacao, El Hatillo, Baruta y Libertador. «Sensibilizados por el impacto de las enfermedades cardiovasculares como primera causa de muerte en Venezuela y en el mundo, y la importancia de la desfibrilación temprana como la única forma de aumentar de 5 a 80% la posibilidad de supervivencia de los pacientes, comenzamos el plan de donaciones como forma de sensibilizar a la opinión pública sobre la necesidad de aumentar la cantidad de espacios cardioprotegidos, esto es: espacios públicos y privados dotados de equipos y con personas entrenadas para la atención de emergencias cardíacas», subrayan.
El proyecto para 2025 es «seguir creciendo», con al menos dos salas de urgencia más: en Barquisimeto y en Maracay. «Vamos a seguir expandiendo la atención», promete González-Silén. También esperan instalar 20 desfibriladores en espacios públicos.