José Gregorio Afonso, presidente de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv), subrayó que «el salario de un universitario, producto de la sistemática política del gobierno debería ser entre 12 y 15 veces más de lo que está cobrando»
Dos instrumentos -el memorándum 2792 y el instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre)- han podado, al mejor estilo bonsái, el sueldo de las trabajadoras y los trabajadores universitarios de Venezuela. Y de toda la administración pública. El primero comenzó a aplicarse en 2018, como lo recordó este miércoles el presidente del Sindicato de Trabajadores de la UCV (Sinatra-UCV), Eduardo Sánchez. El segundo, un fantasma que se usa aunque voceros oficiales aseguran que no existe, convirtió 2022 en uno de los años de mayor conflictividad laboral de la historia reciente venezolana.
«Nuestro salario, sin memorándum 2792 ni instructivo Onapre, podría ser entre siete y 12 veces más del arranque», afirmó José Gregorio Afonso, presidente de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv). «El salario de un universitario, producto de la sistemática política del gobierno debería ser entre 12 y 15 veces más de lo que está cobrando».
En 2018 «nos robaron 4,75 salarios mínimos con los que comenzábamos la tabla salarial. El salario de un obrero, sin esa tabla, estaría arrancando en poco más de 600 bolívares», detalla Sánchez. A las bonificaciones también las redujeron.
Este viernes se cumplen 463 días sin aumento salarial. «Diariamente estamos sin aumento salarial porque el gobierno decretó la muerte del salario», acusó.
El bono vacacional, que deben recibir en el mes de julio, también se verá disminuido. «Un técnico como yo cobró 478 dólares en 2022, y esta vez cobraremos 98 dólares; son 380 dólares que nos quitaron de un solo mordisco. Mordisco sobre mordisco». El año pasado las protestas se hicieron por el pago fraccionado del bono vacacional, refirió Afonso. «Ahora el gobierno decidió no fragmentarlo, sino reducirlo». Han perdido entre 75% y 80%, calcula.
La beca escolar «la bajaron a 12,50 bolívares».
Los aportes a cajas de ahorros y gremios son, también, otro punto de reclamo. «Son los aportes que los trabajadores hacemos a nuestro sindicato» y a las cajas de ahorros, enfatiza. «¿Dónde está la plata?».
El cestaticket para el sector se detuvo en mil bolívares. En otras palabras, si un trabajador tiene dos o tres cargos solamente cobrará el bono de alimentación monto correspondiente a uno, porque el sistema Patria no pasará de los mil bolívares, puntualizó Sánchez.
El presidente de Sinatra-UCV comparó el comportamiento de los funcionarios con el de los pranes, «un cartel cualquiera para robar a los trabajadores», y cuando la gente protesta, la encarcelan.
Hay propuestas, ratificó Afonso. «El bono de alimentación y el bono de guerra económica el gobierno pudiera salarizarlos mañana, y convocar a los gremios para seguir discutiendo el aumento salarial. Tiene que dar una muestra, porque por este camino lo que está generando es la destrucción del Estado venezolano y la negación de los derechos».