Once presos que se encontraban detenidos en una sede de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en Falcón se fugaron este sábado luego de cortar los barrotes de la celda en la que estaban recluidos
Se «informa sobre la fuga de 11 privados de libertad, quienes realizaron corte de los barrotes de la reja de seguridad del área de reclusión», dice la reseña que detalla que el hecho ocurrió en el «destacamento 134 de la Guardia Nacional» del municipio Dabajuro del estado Falcón.
En el reporte también se destaca que uno de los sargentos que los custodiaba, Roberth Palencia Figueroa, fue tras los sujetos y se «desconoce su paradero».
El sargento portaba un «fusil modelo AK-103 serial 061682342 y su proveedor contentivo de 30 municiones».
Medios locales aseguran que la mayoría de los fugados estaban presos por delitos de tráfico de drogas: Ramón Bravo, Jhonny Valencillos, Ramón Robelledo, Franyone González, Luis Díaz, Jonny Montes y José Martínez.
El resto de los evadidos, Erick Palacios, Luis Partidas, Jean Carlos Tudares y José Alarcón, estaban detenidos por otros delitos como robo.
Según los medios, todos estaban presentados ante el Ministerio Público.
Las fugas son frecuentes en las cárceles de Venezuela, sobrepobladas y sacudidas por la violencia.
La ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) ha denunciado el hacinamiento de los centros de reclusión de Venezuela, tanto en cárceles como en calabozos estatales y municipales, que albergan aproximadamente a 85.000 personas.
Los datos de la ONG aseguran que los centros penitenciarios bajo el control del Ejecutivo venezolano tienen una capacidad para 35.562 personas y la población reclusa supera las 54.000.