La combinación de vigilancia y vacunación es la manera de evitar que enfermedades como polio, sarampión y difteria puedan ocasionar brotes importantes, subrayó Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que Venezuela puede volver a tener casos de sarampión si no logra la cobertura adecuada de vacunación.
En Venezuela hubo un brote importante de sarampión entre 2017 y 2019, y con el apoyo del Ministerio de Salud, la sociedad y los gobiernos locales se vacunó a 8 millones de niños, explicó este miércoles Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS. Desde 2019 se interrumpió la transmisión, pero «si no alcanzamos la cobertura vacunal adecuada siempre hay un riesgo de importaciones de casos».
Barbosa también hizo referencia al brote de fiebre amarilla y recordó que la organización ha movilizado 4,7 millones de dosis de vacunas y va a aportar 1,7 millones más «para que toda la población en áreas de riesgo para fiebre amarilla reciba la vacuna».
Siempre hay un riesgo, insistió, pero reiteró que la combinación de vigilancia y vacunación es la manera de evitar que enfermedades como polio, sarampión y difteria puedan ocasionar brotes importantes.
La OPS remarcó que, debido a la pandemia, los programas de atención primaria se han visto afectados (incluida la vacunación), porque los servicios tuvieron que cerrar, los profesionales de la salud fueron concentrados en hospitales o las personas tenían miedo de salir a la calle. «Esa reducción de la vacunación puede ser un riesgo importante para que enfermedades ya eliminadas en la región puedan surgir de nuevo», alertó.
Una medida usada para medir la cobertura vacunal es la tercera dosis de la vacuna DTP (difteria, tétanos y tos ferina), relató. La meta es llegar a 95% de los niños, pero en el año 2020 cerca de 20 países no la alcanzaron la meta, y 14 tuvieron la cobertura de menos de 80%.
Como hay un riesgo importante, Barbosa enfatiza que los países deben trabajar en dos pilares: mantener vigilancia sensible para identificar si hay importación de un caso de una enfermedad ya eliminada en las Américas, y también, la identificación de brotes; el segundo pilar es una cobertura con vacunación homogénea.