La reforma busca que una minoría se consolide en el poder, señaló el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Juan Carlos Apitz. El periodista y constituyente Vladimir Villegas consideró que la Constitución de 1999 comenzó a molestar al presidente Hugo Chávez como un zapato apretado «y a Nicolás Maduro no le entra el zapato»
La Constitución desató, y desata, pasiones. Las autoridades pusieron sobre la mesa la posibilidad de una reforma constitucional, y el propio jefe del Estado, Nicolás Maduro, indicó que se dejaría para el año 2026. Ya se han alzado las voces que defienden el texto constitucional como está, y que apuntan a cambios puntuales o a ninguno. Este jueves 12 de junio, en el foro Venezuela en tiempos de reforma constitucional realizado en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV, la gran conclusión de los cuatro ponentes fue que no es necesario reformar la Constitución, sino cumplirla.
Sin embargo, el decano de la facultad, Juan Carlos Apitz, subrayó que si la propuesta del gobierno avanza, la sociedad debe participar para impedir la pérdida de conquistas. «Veo el carácter progresista en la inclusión social», resaltó. En el inventario de la Constitución, afirmó, el saldo es positivo.
Descartó que la reforma sea para imponer el Estado comunal, porque ese Estado ya existe con las comunas y consejos comunales. Aclaró también que los circuitos electorales comunales ya existen en la Ley Orgánica de Procesos Electorales. A su juicio, se trataría de una reforma constitucional para generar una suerte de autogolpe y consolidarse en el poder pese a ser minoría.

El periodista y constituyente Vladimir Villegas consideró que la Constitución de 1999 comenzó a molestar al presidente Hugo Chávez como un zapato apretado «y a Nicolás Maduro no le entra el zapato».
Villegas explicó que el gobierno venezolano es de un profundo carácter autoritario y advirtió que hay un fenómeno global de demolición de las instituciones, como sucede en Estados Unidos: una institucionalidad que resiste al gobernante que quiere desinstitucionalizar. Enfatizó que estos no son tiempos de reforma, sino de deformación constitucional en Venezuela y llamó a defender la Constitución con las voces del propio chavismo que no está d acuerdo con cambiar la Carta Magna.
Larry Tadino, director de la Escuela de Estudios Políticos de la UCV, advirtió que se está socavando el espíritu democrático del país. Tadino se preguntó si una Constitución impuesta por un poder puede proteger a la ciudadanía de ese pode. También subrayó que, si antes no se quería la Constitución, ahora hay que quererla y defenderla.

Entre 1998 y 1999 había una crisis constituyente, y Chávez tomó la idea de hacer una nueva Constitución y la llevó adelante, analizó el profesor Julio César Fernández, doctor en Derecho. ¿Hay una crisis constituyente ahora? Parece que no, respondió Fernández, pero sí hay una crisis constitucional porque los venezolanos están expresando lo que quieren y no los escuchan. La gente, juzgó, está contenta con la Constitución, pero quiere que se respete su voluntad.
El foro Venezuela en tiempos de reforma constitucional fue organizado por la Facultad y por la Dirección de Información y Comunicaciones de la UCV, como parte de una serie de actividades bajo el paraguas «Grandes temas de la comunicación» coordinado por el periodista César Alarcón.