No se aprobará una nueva Constitución y presuntamente se disolverá la asamblea constituyente
Si el análisis de las negociaciones entre la administración de Nicolás Maduro y un bloque de la oposición liderada por Henrique Capriles Radonski, se hace con base en los comentarios en redes sociales, el exgobernador de Miranda se puso de rodillas ante un régimen autoritario que solo se fortaleció con este proceso.
Otra visión muestra que el Ejecutivo de Maduro y el oficialismo o chavismo gobernante tuvieron que ceder cosas que eran importantes para su proyecto y ante sus seguidores.
Estas son algunos elementos que la oposición ganó, según la interpretación que hace Jorge Roig, expresidente de Fedecámaras y exparlamentario.
-Se disuelve la asamblea constituyente. Surgida en 2017 con amplios cuestionamientos por la forma cómo fue convocada, se mantuvo como una suerte de Espada de Damocles contra la Asamblea Nacional. Ya el presidente de este organismo, Diosdado Cabello, anunció que se disuelve una vez que exista un nuevo Parlamento. Son 545 constituyentes los que integran esta instancia, aunque el CNE nunca publicó los datos de esas elecciones.
«En verdad, cuando revisas, nosotros nos dimos un mandato sometido en votación hasta el 31 de diciembre del año 2020, 31 de diciembre, pensando que en el 2021 viene una nueva Asamblea Nacional», dijo Cabello en entrevista con el periodista y ministro de Cultura, Ernesto Villegas.
-No se aprueba una nueva Constitución. Aun cuando el abogado Hermann Escarrá ha sostenido que la nueva Carta Magna estaba adelantada (lo declaró a Reuters en 2018), ya Maduro y Cabello garantizaron que no se presentará a consulta otro texto constitucional.
-Los partidos intervenidos por el TSJ recuperaron, al menos en parte, sus siglas e identidad. Sucedió hasta ahora con Primero Justicia, organización judicializada y posteriormente devuelta a sus autoridades,