A veces «parece que olvidamos» que el «tema político del país nació no solo de los errores que cometimos y reconocemos de los 40 años de la alternancia en el poder» sino también de la antipolítica, señala
«Inteligencia política» y «debate necesario» son algunas de las premisas que deben guiar el proceder de líderes y partidos «para liberar al país de esta dramática situación», afirma el dirigente y parlamentario (de la AN de 2015) Edgar Zambrano. Según su análisis los problemas comenzaron, no en 1998, 2002 o 2013, sino mucho más atrás: el 4 de febrero de 1992.
Tal como lo señaló en la reunión del Movimiento Al Socialismo (MAS) del pasado 7 de abril, considera que «no son 22 años, sino casi 30 años de esta lamentable situación de involución que vive en pueblo venezolano».
Con base en su razonamiento, el levantamiento militar del 4 de febrero de 1992 -liderado por Hugo Chávez- desencadenó una serie de acontecimientos y desató varios demonios.
A veces «parece que olvidamos» que el «tema político del país nació no solo de los errores que cometimos y reconocemos de los 40 años de la alternancia en el poder» sino también de la antipolítica, alega Zambrano. «En aquella década (años 90) llegó la antipolítica, de la mano de sectores económicos de vieja rancia que siempre quisieron tener un candidato o un presidente de la República» para hacer lo que quisieran.
Como antipolítica se conoció el fenómeno de rechazo a los partidos políticos y sus dirigentes, por las insatisfacciones con el modo de llevar adelante la democracia.
«Cometimos errores, pero no son los partidos políticos, en el devenir de una democracia tan joven como la nuestra, los que propiciamos la llegada al poder de la antipolítica, del abuso de poder, de la bota militar y, en consecuencia, de la inhibición por ese abuso de los poderes del Estado, de su independencia y autonomía», manifestó.
Para Zambrano esa política «se dirigió contra las organizaciones partidistas», castigaron a muchos dirigentes «y nos ha recuperado un mundo recuperarnos como organizaciones con el acervo político, con esa cultura política venezolana».
Sin embargo, la política «se va recomponiendo en tiempo real» y es posible discutir y plantear puntos de vista para el encuentro «y ayudarnos a conseguir la ruta que tanto está reclamando nuestro pueblo, que es en fin de cuenta la víctima de esta situación que vive el país».
En la actualidad son los venezolanos «los que reciben las consecuencias del conflicto de la oposición venezolana», subrayó, porque «tenemos una oposición en conflicto».






