«Si tuviera que apostar diría que el escenario base de mayor probabilidad es que Maduro sea el candidato del chavismo. Pero la posibilidad de cambio no es cero», indicó
Siempre polémico, el analista Luis Vicente León respondió este miércoles las preguntas de varios internautas, casi todas relacionadas con la situación política. El presidente de Datanalisis expresó su opinión sobre la posible candidatura del mandatario Nicolás Maduro, entre otros temas.
«Si tuviera que apostar diría que el escenario base de mayor probabilidad es que Maduro sea el candidato del chavismo. Pero la posibilidad de cambio no es cero. Con un nivel bajo de popularidad, Maduro siempre podría reaccionar voluntaria o inducidamente, buscando una opción alternativa que les ayude en su estrategia competitiva electoral», afirmó.
La política, sostuvo, «es muy relancina. Por ahora, no parece cierto que Maduro enfrente una amenaza creíble y las fuerzas opositoras son mayoritarias en la población, pero no tienen capacidad real de acción para provocar una salida. Maduro no tiene altos costos de permanencia, mientras que si tiene infinitos costos de salida. No es entonces una condición típica de cambio. Pero Maduro enfrenta también un peligro severo. Su popularidad es muy baja y sus seguidores lo saben perfectamente. Sus riesgos mayores no están en la oposición sino dentro de su propia revolución y eso nunca sabemos cuando se hace realmente crítico y como responderán a ello».
Sobre la unificación de la oposición, manifestó: «La historia indica que la sociedad se unifica alrededor de alguien que genera esperanzas reales de cambio. El tema es que esa unificación es efímera. Solo se mantiene y fortalece en la medida en que ese actor puede avanzar y promover los cambios. Si la gente pierde confianza o esperanza y la oferta de cambio se queda en discursos altisonantes pero sin avances reales, el resultado termina siendo similar al vivido en el fenómeno Guaidó».
Acerca de la transición en Venezuela, consideró: «Luego de tantos años de Consolación revolucionaria es muy simplista imaginar que puede producirse un cambio político que plantee un conflicto existencial con los grupos formales e informales existentes. No hay ningún cambio estable que no pase por una negociación interna muy fuerte, el reconocimiento del otro y la convivencia en la transición, si esta ocurriera».






