El dirigente chavista Diosdado Cabello considera que la UE son «enemigos» de Venezuela. El Partido Popular Europeo descartó participar porque no quiere «formar parte de la farsa electoral de Maduro en Venezuela». Los observadores, mientras tanto, cumplen con lo que aseguró uno de ellos, Hugues Cayzac: «Nosotros, ojos y orejas. Boca, no»
Si el diablo está en los detalles, la salida en camionetas equipadas con bidones de gasolina -desde el estacionamiento del Hotel Eurobuilding el pasado 28 de octubre-retrataba la particular situación de Venezuela, así como las condiciones en las que se adelanta la campaña y se celebrarán las elecciones del 21 de noviembre. El primer grupo de observadores de la Unión Europea (UE) entraba así en la tormenta de la polarización venezolana.

El pasado miércoles 10 de noviembre, el primer vicepresidente del PSUV y uno de los hombres fuertes del chavismo, Diosdado Cabello, aseguró que la UE son «enemigos» de Venezuela. Lo dijo aun cuando fue el Consejo Nacional Electoral (CNE) el que, por una vía excepcional, autorizó la presencia de la UE en una misión de observación, no de acompañamiento. Obviamente las negociaciones en México impusieron una visión pragmática tanto para las autoridades europeas como las nacionales, que no necesariamente es compartida por todos los factores políticos.
El pasado 11 de noviembre, el Partido Popular Europeo informó que no participará en esta actividad. “El grupo PPE no quiere contribuir con su presencia a que la misión de la UE pudiera ser interpretada como un blanqueamiento del cruel régimen que se ha apoderado del poder en Venezuela, y que ha sido condenado en numerosas ocasiones por el Parlamento Europeo, que además no reconoce a los órganos surgidos de los fraudulentos procesos electorales celebrados en Venezuela en los últimos años”, expresó Manfred Weber, presidente del grupo popular europeo, según el diario El País.
La misión de Josep Borrell «solo convalidará a la dictadura», consideraron.
Los observadores confirmaron, desde un primer momento, que su trabajo es ver, escuchar y no opinar sobre la campaña electoral para el 21 de noviembre. Pero esta agenda no los ha salvado de ser blanco de las críticas. Esta es la primera misión de la UE en 15 años en Venezuela. Llega, además, después de que la embajadora europea destacada en el país, Isabel Brilhante, fuese declarada persona no grata y obligada a marcharse del territorio venezolano.
Antes de salir a sus recorridos, el observador Hugues Cayzac contó que esta, su primera vez en Venezuela pero no la primera en comicios, estaba claramente definida. «Tenemos que recoger informaciones precisas con los actores del proceso. Pueden ser las instancias electorales, puede ser el ejército, los partidos políticos, los medios, los sectores organizados de la sociedad: las instituciones locales que, de una manera u otra, tienen que ver con el proceso electoral».

Su credencial del CNE tiene fecha de vencimiento: 15 de diciembre de 2021. «Nosotros, ojos y orejas. Boca, no. No tenemos que tener opinión personal o del equipo sobre lo que estamos escuchando. Cada equipo envía cada semana su reporte al equipo central, y allí están los analistas, Podemos analizar, pero no opinar. Somos neutros», reiteró el pasado 28 de octubre.
Ante denuncias no pueden hacer nada, y así lo remarcó: «Somos observadores, no somos un organismo de justicia electoral. Vamos a recibir las denuncias, las pruebas, y lo que hacemos es transmitir al equipo central; él analiza y luego hace interlocución con las autoridades».
La jefa de la misión electoral, Isabel Santos, lo ha manifestado en reiteradas oportunidades: «Esta misión es hecho bajo el modelo de las misiones de la UE y conforme nuestro mandato», o lo que es lo mismo, «los observadores no intervienen en el acto electoral. Los observadores registran y envían sus observaciones para el equipo central». El primer informe se difundirá el 23 de noviembre.
El manual de observación de la UE establece que: «Los observadores mantendrán una estricta imparcialidad en la ejecución de su cometido y en ningún momento manifestarán sus inclinaciones o preferencias respecto de las autoridades, partidos o candidatos nacionales o de cualquier cuestión debatida en el proceso electoral».