En el marco del inicio del año escolar 2024-2025, Lelibeth Liscano, secretaría General del partido político Avanzada Progresista (AP), denuncia la «profunda crisis que enfrenta el sistema educativo en Venezuela. Esta situación, que se ha intensificado en los últimos años, es producto de una gestión educativa deficiente y una preocupante escasez de recursos que son vitales para garantizar una educación de calidad».
Liscano enfatiza la falta de voluntad del estado para dignificar la labor docente, puesta de manifiesto en la negativa constante de firmar un contrato colectivo que respete los derechos históricos del magisterio venezolano.
“En seis años, el magisterio no ha recibido un aumento salarial, lo que ha agravado la situación socioeconómica de nuestros docentes”, afirma Liscano.
«Este estancamiento ha llevado a los educadores a enfrentar una dura realidad, sin acceso a servicios básicos como salud, vivienda y alimentación, deteriorando así su calidad de vida y la de sus familias», alerta la dirigente política.
A pesar de estos retos, Liscano resalta la valentía y dedicación de los educadores, quienes día a día se presentan en las aulas, motivados por un «profundo compromiso con su profesión».
No obstante, «la desmotivación laboral es una problemática creciente que impacta su rendimiento y bienestar».
«La educación es la palanca que mueve el desarrollo de un país», destacó.
Por ello, Liscano hace un «llamado urgente» a las autoridades competentes y a la sociedad civil: “Es hora de actuar y trabajar juntos en el rescate y fortalecimiento del sector educativo, dignificando la labor docente y reconociendo su papel crucial en el progreso de nuestra nación”.