El mandatario Nicolás Maduro logró unir en el mismo descontento a personas de posturas ideológicas muy diferentes. La protesta salió de Plaza Venezuela y llegó hasta donde el «murciélago» y otros instrumentos de orden público de la PNB lo permitieron: Bellas Artes
El sol era como de playa, pero este 1 de mayo las playas de La Guaira se mudaron a Plaza Venezuela, porque trabajadoras y trabajadores de todos los signos políticos e ideológicos se unieron en una sola protesta para exigir salarios dignos e indexación salarial. Aunque la marcha no pudo llegar a su destino -Parque Carabobo- porque el despliegue de los equipos de orden público de la PNB lo impidió, los gremios y sindicatos lograron dejar de lado sus diferencias para defender las banderas comunes del salario digno y la indexación salarial.
Adecos, copeyanos, comunistas, socialistas, trotskistas, centroizquierda, centroderecha e independientes se concentraron en Plaza Venezuela. Otros partieron desde Chacaíto y se juntaron con los demás, con pancartas y panfletos. No hubo banderas de partidos políticos -salvo una de Bandera Roja que uno dirigente histórico de ese partido ordenó guardar- pero dirigentes políticos sí se sumaron a la protesta.
Marcela León, presidenta de la Central ASI Venezuela, exigió «justicia salarial, que se cierre la brecha salarial y que se nos dé un salario mínimo que alcance para comer, que alcance para vivir». León propuso «un salario mínimo de arranque de 200 dólares» para que el pueblo «pueda empezar progresivamente a recuperar el salario».
Orlando González, representante de jubilados y pensionados de Trujillo, demandó «un aumento de salario digno, justo y necesario para todos los pensionados y para todos los trabajadores». González remarcó que con 130 bolívares «es imposible sobrevivir».
Como secretario general de la CUTV, Pedro Eusse exhortó a aprobar una política salarial «basada en la indexación de salarios y pensiones de acuerdo con el costo de la canasta básica».
El punto de arranque, indicó, debe ser el costo de la canasta básica, o al menos «debe aproximarse». La propuesta de la CUTV es «escala móvil de salarios y pensiones indexada con el costo de la canasta básica».
«Estamos protestando por un salario digno, por pensiones y jubilaciones que nos cubran la canasta básica. Lo que nos están pagando no nos alcanza», enfatizó la enfermera Heberlide Jiménez, quien aseguró que su salario quincenal apenas llega a 300 bolívares. «Estamos descontentos con esos sueldos que nos están pagando».
Ismael García, de la Federación Nacional de Pensionados y Jubilados, afirmó que no es posible que un gobierno que se llama obrerista tenga a los trabajadores «pidiendo cacao» y que se los atienda.
«SI no hay unidad no hay triunfo», subrayó Emilio Lozada, presidente de la Federación Nacional de Pensionados y Jubilados. «Tenemos que unirnos. La unidad es la que nos llama a todos». Lozada instó a rescatar al candidato «que tenemos y que se llama Simón Bolívar».
Agarrados a la bandera de Venezuela trabajadoras y trabajadores reiteraron que no quieren marcharse del país.
«Estamos protestando porque estos sueldos son de hambre. Estamos protestando por la corrupción de este gobierno, que se roba los reales mientras el pueblo se muere de hambre», ratificó Georattsy Urbano, de la Coalición Sindical Nacional.
Varios manifestantes reiteraron que Maduro debe renunciar al cargo.
«Le digo a Nicolás Maduro: los venezolanos no vamos a dejar de protestar», enfatizó Leida Brito, la «abuela del casco rojo».
«Estoy aquí porque nos tienen pasando hambre», expresó uno de los asistentes.
Gricelda Sánchez, presidenta de Fordisi, exigió la indexación del salario de todos los trabajadores del sector público. «Hoy en Venezuela nadie tiene salario», sentenció. «Sí hay recursos en Venezuela, pero lamentablemente se lo han robado todo».
Sánchez esperaba un milagro para este 1 de mayo: «El salario mínimo no puede ser de menos de 200 dólares» e indexado.
Como jubilado, Arnoldo Benítez salió con su Tricolor Nacional para insistir en que el ajuste salarial debe ser igual al costo de la canasta alimentaria. «El régimen está jugando al cansancio», advirtió.
«Estamos protestando contra el paquete neoliberal de Maduro, pidiendo la libertad de los trabajadores presos y esperando que el aumento salarial indexado esté en la calle hoy», reiteró Eduardo Sánchez, presidente de Sinatra-UCV.
Los trabajadores universitarios «no estamos celebrando nada, estamos protestando por el salario paupérrimo que tenemos los trabajadores», aclaró Carlos Suárez, presidente de Sutraucv. «Todo el dinero que se han robado pudo haber servido para el aumento salarial, para los pensionados».
Las mujeres «somos las más afectadas por el salario, nosotras tenemos mayores necesidades que cubrir, porque la mayoría de este país somos mujeres solas en casa, madres solteras, mujeres solas», resaltó Deyanira Rodríguez, directiva de Sinatra-UCV. «Como trabajadora espero un mínimo de 500 dólares. Me pregunto si ellos podrían vivir con 30 o 50 dólares al mes».
El profesor Miguel Ángel Hernández, de la corriente Ccura, destacó el esfuerzo que han hecho distintos sectores de la izquierda para mantenerse en las calles en una política unitaria. Refirió que el pasado jueves 27 de abril manifestaron ante la Contraloría General de la República. «Queremos que la izquierda revolucionaria, que no está con este gobierno ni con su paquete de ajustes, presente su programa para que se vea que hay otra alternativa».
La marcha recorrió el Paseo Colón. Varios manifestantes encararon a los funcionarios de la PNB y la GNB que impidieron el paso hacia el centro de Caracas.
La protesta esquivó los piquetes de la PNB que impedían el paso hacia la avenida Urdaneta. Pero trabajadoras y trabajadores se encontraron con una pared blanca que les cerró el camino en Bellas Artes. Por más que hablaron, mostraron el permiso y gritaron consignas esa muralla no se abrió.
