El dirigente de Fuerza Vecinal manifestó que «en Venezuela el
parque industrial está disminuido a su mínima expresión. Solo el 20% de las
casi 12 mil industrias que existían en 1998 se mantiene en pie a la fecha.
Los docentes y los empleados públicos demandan con urgencia mejoras inmediatas
en salarios»
David Uzcátegui, dirigente nacional de Fuerza Vecinal, aseguró que «los empleados públicos demandan con urgencia mejoras salariales, además ningún país puede alcanzar estándares de crecimiento cuando depende sólo de la importación de bienes y servicios para un solo sector, en este caso el comercio. La pequeña burbujita en el comercio no es indicio de crecimiento económico en el país».
Asimismo destacó que «la delicada situación de los docentes venezolanos se debe en gran medida al menguado deterioro del poder adquisitivo de todos los venezolanos en general».
Es de hacer notar que la dirigencia política de Fuerza Vecinal, asistió a la rueda de prensa en pleno, aprobando de forma unánime todas las denuncias y argumentos esgrimidos por lo voceros.
«El modelo económico es inviable. El modelo del gobierno en Venezuela fracasó debido al perverso control social», subrayó.
Indicó también que «el progreso y crecimiento económico se alcanza desde una industria productiva fortalecida en la fabricación de los bienes y servicios, a su vez se convierte en la gran generadora de empleos y así lograr la estabilidad económica del trabajador y no tener que depender del estado».
Aseguró Uzcátegui que «el Gobierno Nacional debe reconocer sus errores en el deficiente manejo de la economía y rectificar a tiempo, pues nos encontramos a las puertas de un nuevo escenario de hiperinflación con consecuencias tan negativas o peores que las vividas en el año 2017».
Entre muchas otras medidas «el Gobierno Nacional debe generar las condiciones políticas requeridas para el levantamiento de sanciones y la inmediata transformación nacional. El país requiere con urgencia un nuevo modelo de gobierno».
Para finalizar Uzcátegui enfatizó sus argumentos advirtiendo que “se detengan las donaciones de hidrocarburos y sus derivados a otras naciones y así poder disponer de la venta de los mismos para solucionar la situación salarial en Venezuela”.






