El lider político manifestó que «mientras que en Colombia los empresarios están conectados al mundo, pueden comprar y pagar, tienen acceso a la tecnología», además “del lado venezolano lo único que hace competitivos a los empresarios venezolanos son los salarios bajos y los subsidios a los servicios”
La apertura de la frontera entre Venezuela y Colombia supone grandes retos para nuestro país, dada la situación en la que se encuentra el aparato productivo nacional frente a las exportaciones que estima realizar la industria colombiana a nuestro país, según Irwing Ríos el secretario general de organización del partido Opinión Nacional, (OPINA).
Asegura que la reactivación económica de Venezuela y Colombia no será inmediata porque persisten los obstáculos tales como la desconexión al sistema financiero intencional debido al control cambiario y como ser competitivos frente a los servicios subsidiados y los malos salarios.
Recordó que las asimetrías existentes en el mercado fueron unas de las razones por la cual muchos empresarios no querían entrar al Mercosur.
“Con los impuestos a la importación, más los aranceles se frenó la competencia y destruyó el mercado. Si le añades los salarios bajos y los subsidios a la gasolina, gas, agua entre otras cosas se crea una burbuja que favorece a un solo grupo”, acotó.
El Secretario General de Organización de Opina sostiene que en Colombia los empresarios están conectados al mundo, pueden comprar y pagar, tienen acceso a la tecnología.
“Del lado venezolano lo único que hace competitivos a los empresarios venezolanos son los salarios bajos y los subsidios a los servicios”, afirmó.
Hasta los momentos, informó Ríos, no vemos que en Venezuela se haya invertido en optimización y modernización de los procesos.
“En el 2006 muchos se quejaban porque no podían competir con el parque industrial de Argentina, Brasil, Uruguay y Chile, aunque veníamos de 44 años de subsidios y malos salarios e impuestos a la importación para proteger la producción nacional y de varios controles cambiarios. Nada ha cambiado para que nuestra realidad sea distinta”, manifestó.
Reitera que para la apertura de la frontera hasta los momentos no hay reglas claras.
“No se descarta que el contrabando siga siendo atractivo por la diferencia de precios y no por la calidad. Si no pagamos los salarios reales, las mafias seguirán comprando consciencias”, subrayó.
Definitivamente en Venezuela nada cambiará si no se cambia el gobierno y las fórmulas que se han aplicado en 64 años. Desde Opina con nuestras propuestas pretendemos avanzar a un mercado abierto y romper las burbujas que solo protegen a unos cuantos.
En OPINA construimos un plan para cambiar con esa dinámica y que el país y los venezolanos generen riquezas a través de las libertades económicas y reglas claras y funcionamiento transparente. “Que haya competencia en igualdad de condiciones”.