La activista subrayó que las autoridades deben tomar conciencia de que las organizaciones y los activistas son pilares de la democracia
La activista social Mariela Ramírez, vocera del Movimiento Dale Letra, subrayó a las autoridades que la persecución de los activistas contraviene la Constitución y la presunción de inocencia. Las detenciones «deben detenerse para favorecer un clima de entendimiento entre los venezolanos». Los actores, por su parte, deben ayudar a crear un clima favorable para buscar soluciones, enfatizó en entrevista con Unión Radio.
Planteó una presión positiva para que los actores regresen a espacios de diálogo, sin injerencia extranjera pero sí con acompañamiento y facilitación.
Indicó que Venezuela atraviesa un momento complicado y complejo, marcado por una crisis política e institucional que se intensificó de manera dramática después de las elecciones de 2024, y que no encontró una vía en las elecciones parlamentarias.
Ramírez señaló que estas elecciones se desarrollaron en un clima complejo, con detenciones, exclusión de candidatos y partidos y el llamado a la abstención de algunos sectores políticos. Sin emnargo, otros factores siguen luchando por espacios políticos e institucionales, y esos actores necesitan respaldo. «Apuntan a que la AN se convierta en un espacio» de discusión, subrayó. «Es un espacio de muchos que estamos obligados a encontrar» los venezolanos, «debería poder reflejar la complejidad y la diversidad». La sociedad está obligada a construir espacios de diálogo multinivel «sobre los problemas reales de la gente».
Los ciudadanos que se expresaron y los que no lo hicieron el 25 de mayo «mandaron un mensaje claro», que es su vocación de lograr una solución pacífica a los conflictos. «Los espacios de diálogo y entendimiento necesitan todo el apoyo».
Se debe dialogar sobre cómo transformar el conflicto, propuso Ramírez. Es decir, «abandonar la lógica suma cero, entender que el conflicto tiene diversos niveles» y «desde ese análisis de la compleja situación que vivimos, comenzar a buscar espacios para conversarnos».
Hoy «atravesamos un espacio de cierre cívico severo» por las autoridades y porque cualquier voz que se aleja de los discursos polarizantes «es inmediatamente señala, estigmatizada»; el espacio cívico se va cerrando más «por la lógica sdel conflicto». Pero aclaró, igualmente, que las responsabilidades no son equiparables ni simétricas.