Se trataba de un comerciante de zapatos quien había adquirido el celular, como regalo para su hijo de 8 años de edad
El pasado 18 de julio, Kervin José Martínez – un comerciante de 35 años de edad -, compró un teléfono celular de alta gama como detalle por el Día del Niño, para su hijo de 8 años.
Cinco días después – viernes 23 de julio-, una comisión de funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas allanó su apartamento en la avenida Urdaneta.
Los funcionarios alegaron que buscaban un teléfono celular reportado como robado , en las adyacencias al mercado de La Hoyada.
Para el momento, Martínez no se encontraba en el inmueble. Los agentes le indicaron a su familia, que debía entregar el celular – ese mismo día- en Crema Paraíso de San Bernardino.
En la tarde, Martínez llamó al funcionario con quien debía reunirse para la entrega del teléfono, pero luego recibió otras órdenes: cancelar mil dólares para no llevarlo detenido.
“A mi sobrino lo culpaban por el robo del celular y eso nos indicaron. Teníamos que pagar, pero solo logramos reunir 450 dólares. Él (Martínez) acudió de buena fe, porque no sabía que ese teléfono era robado”, acotó este martes Luis Martínez, tío de la víctima.
Kervin José Martínez fue visto por última vez con vida ese viernes. “Salió con el dinero, el teléfono y nunca más supimos de él”.
Su cadáver fue ingresado al Hospital Vargas de Caracas. Presentó cuatro tiros en la espalda, un brazo partido y golpes en varias partes del cuerpo.
Hasta este martes 27 de julio, la familia de Martínez espera por la entrega del cuerpo en el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses de Bello Monte.
«Murió al enfrentarse a comisiones»
Sobre este hecho, el comisario general Douglas Rico, director nacional del organismo detectivesco, publicó en su cuenta de la red social de Instagram @douglasricovzla, que Martínez «murió el enfrentarse a comisiones de la Delegación Municipal Oeste, en el sector Negro Primero, parroquia La Pastora»

«Negamos por completo la versión registrada por los funcionarios del Cicpc. Mi sobrino iba de buena fe a entregar el teléfono, la plata y aun así lo mataron”, cuestionó Luis Martínez.
La víctima vendía zapatos en el mercado de La Hoyada, era el menor de tres hermanos y deja dos hijos de 8 y 9 meses de nacido.