Más de 100 personas reunidas en la plaza Brión de Chacaíto anunciaron que se mantendrán en las calles y evaluarán otras acciones de protesta, como los paros escalonados
Con la entonación del Himno Nacional -y un especial énfasis en algunas frases- concluyó la asamblea de trabajadoras y trabajadores activos y jubilados que se realizó este miércoles en la plaza Brión de Chacaíto.
Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, enumeró los acuerdos (que las y los asistentes replicaron con las manos alzadas y con una olla que repicó a todo dar): mantener las protestas en la calle, exigir que se derogue el instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) y la liberación de los trabajadores presos, entre otros reclamos. «Era una concentración y se convirtió en una asamblea de ciudadanos, una asamblea de trabajadores», resaltó.
Previamente José Gregorio Afonso, presidente de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv), había anunciado la radicalización del conflicto.
Afonso explicó que la próxima semana esperan poder realizar una reunión de dirigentes sindicales.
También denunció que cuerpos de seguridad del Estado -como Sebin y Dgcim- están citando a trabajadores para interrogarlos e insistió en que nadie debería asistir a estas «invitaciones».
Afonso recordó que, hasta la fecha, no han tenido respuesta del sector oficial, salvo la bonificación del salario.
El dirigente profesoral alertó que el Sebin está citando a trabajadores para «interrogarlos».
Reiteró que siguen exigiendo un salario decente, que sea indexado con base en el costo de la vida, y pasar luego a la discusión de las contrataciones colectivas. «Eso pudiera darte una perspectiva cierta de que hay interés en recuperar el valor del salario. Si o es indexado, sigue siendo lo mismo, y si es una bonificación, al final sigue destruyendo el valor del salario».
Karina Molina sostuvo que la situación de Venezuela obliga a salir a luchar. «Díganme ustedes quién compra la canasta básica», inquirió al más de un centenar de asistentes a la asamblea. «Nadieeeeee», le gritaron. Molina también propuso a los maestros que, cuando los empleadores les reclamen por protestar, respondan con más preguntas: «¿Usted hace mercado? ¿Usted mantiene su casa?».
Ana Rosario Contreras aseveró que el gobierno tiene «pasando roncha» a los trabajadores venezolanos.
Criticó que el gobierno diga que no tiene dinero mientras anuncia la inauguración «del estadio más grande de Latinoamérica».
El salario no es solo un problema económico individual, enfatizó Ofelia Rivera, dirigente de la Unidad Democrática del Sector Educativo.
Pedro García, presidente de la Asociación de Educadores Jubilados y Pensionados Unidos de la Región Capital, deploró que cada vez que hay una acción de protesta de los trabajadores «sale el presidente en cualquier acto bailando salsa. Por dios, es una forma de burlarse de la miseria, de la necesidad, del hambre de los trabajadores. Es burlarse de nosotros. ¿Eso resuelve el conflicto? No. Eso va a radicalizar».