«Nos sentimos maniatados», expresó Yasmely Crosby, madre de un joven de 23 años encarcelado en Tocorón. Las mamás leyeron una carta dirigida al mandatario Nicolás Maduro e hicieron una oración para que se ablande su corazón
Todavía el reloj no marcaba las 11:30 am de este jueves 7 de noviembre cuando Yasmely Crosby se puso de rodillas a las puertas del Palacio de Justicia, en el centro de Caracas. Otras madres de jóvenes encarcelados después del 28 de julio se arrodillaron con ella y oraron por la libertad de sus seres queridos. Son las Madres en Defensa de la Verdad, que siguen su peregrinación y se mantienen unidas.
Las madres, en su oración, pidieron a dios tocar el corazón de Nicolás Maduro y el de Diosdado Cabello. «Tenemos tres meses, señor, en esta situación, y no nos dan respuesta», clamaron.
Yamely Crosby contó que viene de Puerto Ordaz (Bolívar). «Mi situación ha sido bastante tremenda. Tenemos ya tres meses en esta situación bastante difícil. Mi hijo, Williams Bonalde, al igual que mis compañeros, ha sido trasladado seis veces hasta llegar al penal de Tocorón. Ha sido una situación engorrosa. Nos sentimos maniatados».
A Bonalde, de 23 años de edad, lo detuvieron el 29 de julio en la comunidad de El Guamo; estaba con dos vecinos. «Ellos iban por la calle, dentro de la urbanización fueron detenidos. Lo llevaron cerca de la casa y tuvimos la oportunidad de verlo, pero el calvario comenzó al ser trasladado a la policía de Guaiparo, después a la Zona 7 de Caracas, y luego fueron trasladados en Tocorón. Tenemos tiempo que no lo vemos». Cuando ha podido visitarlo, ha sido a través de un vidrio. «Lo acusan de terrorismo, de incitación al odio, pero mi hijo no es terrorista: es un joven trabajador, que tiene un emprendimiento; el mismo gobierno le dio un emprendimiento a la familia, de pizzas».
Crosby explica por qué oró: «Para dios, primeramente», a fin de que toque el corazón «de quienes están en eminencia», como Maduro y Cabello.
Se traslada gracias al apoyo de sus vecinos. A su hijo solo le permiten entregarle agua y galletas. «Esos muchachos están ansiosos, quieren salir de allí. Mi hijo, la últimas vez que estuve allí, me dijo ‘mamá, haz algo, habla con el presidente, habla con Diosdado Cabello. Habla, mamá, yo soy inocente. No aguantamos más’. Mi hijo está desesperado en ese lugar y realmente temo por su vida, porque está pasando por una situación bastante difícil. Estar encerrado no es fácil para nadie».
«No queremos pasar unas navidades sin nuestros muchachos», subrayó.
Las madres que acudieron este jueves al Palacio de Justicia leyeron una carta pública en la que denuncian que sus hijos han sido detenidos injustamente después de las elecciones del 28 de julio. «Cada día sin ellos es un recordatorio de dolor que nos consume como madres y familiares», expusieron.
Las madres señalaron que sus casos se han caracterizado por acciones como: aprehensión sin orden judicial, acusaciones fiscales sin base, adopción de decisiones judiciales en contra del derecho, pases a juicio «sin bases probatorias en los expedientes».