Si las autoridades afirman que se invierte la carga de la prueba «debe ser que está en la justicia alternativa revolucionaria, porque los códigos nuestros no establecen eso», enfatizó el defensor de derechos humanos
En una escala de calificaciones del 1 al 20 para evaluar el respeto por los derechos humanos el Estado venezolano saldría aplazado, estimó este martes el abogado y defensor de derechos humanos Joel García.
«De evaluarlo como una prueba académica, estamos aplazados. Una de las características fundamentales de los derechos humanos es su progresividad, y en Venezuela esa progresividad se acabó. Más bien, hubo una involución. Cuando vemos las leyes que se están dictando últimamente en la Asamblea Nacional, y en la otrora asamblea nacional constituyente, eso es una involución total hacia la libertad sobre los derechos humanos», expresó García en conversación con periodistas en el contexto del foro El Estado de derecho en un país sin derecho, realizado este martes en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV.
Consultado acerca de instituciones como el Ministerio Público y la Defensoría, reiteró que de evaluar «la actuación de cada uno de esos funcionarios, están aplazados; pareciera que no pasaron por una universidad, ninguno de ellos». Consideró que es lamentable que madres y padres tengan que protestar en el MP «porque no hay una institución que los escuche: no hay una Defensoría del Pueblo, una dirección de derechos humanos del Ministerio Público que preste oído a las madres, y por eso tienen que protestar de esa manera».
El fiscal que les dijo a los familiares que deben demostrar su inocencia, o que la carga de la prueba se invirtió, «debe ser que está en la justicia alternativa revolucionaria, porque los códigos nuestros no establecen eso».
Abrir juicios en ausencia «la misma Constitución lo prohíbe», recordó García. «Pero la justicia alternativa revolucionaria permite todo eso», agregó con ironía.
El defensor de derechos humanos contrastó la Carta Magna con la realidad, y afirmó: «Yo quisiera vivir en el país que dice la Constitución, pero ese país no existe. Yo quisiera que se pusiera en vigencia la Constitución».