24.9 C
Caracas
viernes, 17 mayo, 2024
Publicidad

BBC: El lujo que vi cuando entré en la cárcel de Tocorón, el búnker del Tren de Aragua en Venezuela

Fecha:

Comparte:

Un trabajo especial de BBC detalla datos luego de la intervención de la prisión de Tocorón por orden del gobierno de Nicolás Maduro, que dejó desmantelada la base de operaciones del Tren de Aragua, uno de los grupos criminales más temidos de Venezuela y América Latina

El impacto aún se siente en los alrededores del penal. Ya no se ven decenas de mujeres cargadas de paquetes con alimentos y ropa para sus familiares presos. Tampoco niños que apuran a sus madres para llegar rápido a la piscina. Las ventas de cerveza y la mayoría de los comercios en el pueblo de Tocorón, en el estado Aragua, están cerrados.

Los kioscos y puestos de ladrillos frente a la cárcel, donde cobraban US$1 a los visitantes por guardarles los teléfonos móviles, se ven abandonados. Entretanto, continúa la demolición de las construcciones que estaban dentro de la cárcel.

Cuando el gobierno anunció la toma de la prisión de Tocorón no lo podía creer. Hace menos de un año había estado allí, porque quería conocer cómo era la prisión que servía de búnker al Tren de Aragua para completar el libro que estaba escribiendo sobre este grupo de crimen organizado cuyo poder se ha extendido en todo el continente.

Esto es lo que vi cuando entré a la casa del Niño Guerrero, líder de la banda y ahora uno de los hombres más buscados en América Latina.

Parque infantil dentro de la cárcel de Tocorón
Parque infantil dentro de la cárcel de Tocorón
Toma aérea de la cárcel de Tocorón
En principio, la cárcel de Tocorón tenía capacidad para 750 presos, pero llegó a albergar más de 7.000 reclusos
«¿Le hago el tour?»

“¿Es la primera vez que viene?», me preguntó Julio, el preso que me recibió aquel domingo y me mostró las instalaciones del emblemático Centro Penitenciario de Aragua, más conocido como Tocorón, o como le decían los presos: la Casa Grande.

Esta cárcel se construyó en 1982 en el pueblo de Tocorón, ubicado a unos 140 kilómetros al suroeste de Caracas. En principio, su superficie de 2,25 kilómetros cuadrados tenía capacidad para 750 presos, pero llegó a albergar más de 7.000 reclusos justo en los años del fortalecimiento y la expansión del Tren de Aragua, entre 2015 y 2018.

«¿Le hago el tour?”, insistió Julio, como si hacer el recorrido por las instalaciones de la prisión fuera una atracción imperdible. No tenía idea de lo que estaba por ver.

La piscina ubicada dentro del penal de Tocorón
Piscinas, canchas deportivas, galleras y estadio de beisbol eran parte de las excentricidades del lugar.

Mientras recorría el lugar llegué a dudar de lo que veía. Tocorón no era una cárcel cualquiera, era un parque temático. Algo similar a ese que recreaba el lejano oeste en Westworld, la teleserie distópica de HBO.

Piscinas, zoológico, canchas deportivas, pequeñas viviendas con techos de zinc, restaurantes, el estadio de béisbol, la gallera para las peleas, locales de expendio de drogas, motocicletas y armas de fuego… Todas las imágenes que circularon por redes el día de la toma hace unos días eran reales.

“Guerrero –dijo Julio, referiéndose a Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias Niño Guerrero, el pran o líder de Tocorón y del Tren de Aragua– siempre dice que no va a descansar hasta convertir esta cárcel en la urbanización Tocorón”, aseguró durante nuestra conversación en un espacio acondicionado para las visitas, con un televisor, sillas y mesas de madera.

Cárcel de Tocorón en Venezuela: piscina, bares y restaurantes, zoo… y sus dramas

«Steak House. Enjoy», se lee en las paredes de uno de los restaurantes y bares del hoy desalojado penal de Tocorón (centro-norte de Venezuela), que la banda criminal Tren de Aragua había transformado en centro de operaciones con lujosas áreas de recreación.El «steak-house» está al lado de la piscina, una doble pileta circular cruzada por un pequeño puente, y en la misma explanada se ve un parque infantil con toboganes.

«La vida era más agradable y segura en la prisión que en la calle», dijo a la AFP bajo condición de anonimato la esposa de un exrecluso, ahora trasladado a otro centro penal. Más de 11.000 miembros de las fuerzas de seguridad ocuparon la semana pasada la cárcel que controlaba esta banda que ha extendido sus tentáculos a varios países de América Latina. Las autoridades llevaron a cabo el sábado una visita al lugar guiada para la prensa, muy supervisada y muy parcial.La treintena de periodistas invitados no tendrán acceso a los túneles de hormigón excavados por la banda, cuyas imágenes circulan en las redes sociales, ni tampoco a los restos de un zoológico con sus flamencos rosas.En una puerta de madera se lee «GNB: el tren se acabó». Es un mensaje para los periodistas, pero que sin duda pretende difundirse por todo el país. 

El Tren de Aragua, que supuestamente cuenta con unos 5.000 miembros, apareció en 2014 y opera en actividades mafiosas «clásicas»: secuestros, robos, drogas, prostitución, extorsión. Ha ampliado también su influencia a otras actividades, como la minería ilegal. Está presente en ocho países latinoamericanos, entre ellos Colombia, Perú y Chile. El crimen organizado contra la población carcelaria era una de las principales actividades de la pandilla. 

Su líder prófugo, «El Niño» Guerrero, se benefició de complicidad e incluso negoció con el gobierno para salir del penal antes de la operación de seguridad, según la ONG Observador Venezolano de Prisiones. 

Durante la visita, las excavadoras destruyen un pequeño «barrio» de casas de ladrillo, madera y chapa. Las autoridades no dan explicaciones, mientras las máquinas trituran paredes, ropa de cama, cortinas, baldes y otros enseres.- «Busquen en la morgue» -Rubeles Mejías, de 25 años y pareja de un recluso condenado a 13 años de prisión por homicidio, vivió 7 meses en la prisión. Sólo la dejó cuando su hija de 4 años tuvo que ir a la escuela. Su «hombre», con quien se casaría dentro de 15 días, es uno de los «bautizados».

En la prisión, estos cristianos que vestían de blanco formaban una casta aparte a la que los «malandros» -hampones- no molestaban.

«Había tranquilidad, había una piscina, un zoológico», explicó esta joven peluquera el miércoles pasado a las puertas del penal y contó que el reo trabajaba en una pequeña tienda allí y le enviaba dinero para sortear la dura crisis venezolana. «Él es quien me ayuda».

Las pocas calles transitadas por periodistas en la prisión son ahora un caos, un cementerio de botellas de cerveza, montones de ropa, restos de televisores y electrodomésticos, y peluches. En una pared se puede ver un dibujo de la famosa caricatura de WB de El Diablo de Tasmania. Y en la calle, junto a la piscina y la cancha de baloncesto, puestos de venta abandonados. 

El miércoles pasado, cuando se produjo la ocupación, periodistas de la AFP comprobaron que la policía estaba retirando del lugar aparatos de aire acondicionado, televisores y motos ante gritos de mujeres que esperaban a las puertas del penal por noticias de sus familiares y que los llamaban «ladrones» y «ratas».

Aún se ven tres solitarios presidiaros vestidos con trajes amarillos, recorriendo los alrededores luego de pasar frente al edificio «Ezequiel Zamora, Formación de hombres nuevos».

Multitud de familiares todavía aguardaban el sábado a la salida para saber el destino de sus allegados.Claribel Rojas llora. Busca a su hermano.

Nesbelis Mavares intenta encontrar a su pareja, condenado por feminicidio. «El último mensaje que recibí fue una nota de voz el miércoles que decía: ‘Te amo. Dios te bendiga'», relata. «Son presos, pero no animales. Un guardia nos dijo ‘busquen en la morgue o busquen un muerto en los cerros'».pgf/erc/dg/dbh

En Venezuela, se le conoce como urbanización a las zonas residenciales, donde viven las clases medias y los ricos. Pero Tocorón más que una urbanización, estaba más cerca de ser una pequeña ciudad.

El penal contaba con una planta eléctrica gigante para contrarrestar las fallas en el suministro de energía que son comunes en Venezuela. Incluso disponía de su propia cuadrilla de técnicos (presos), uniformados con jeans y camisetas de color, que se encargaban del mantenimiento y la supervisión del sistema de electricidad de la cárcel.

“Los técnicos de aquí son tan buenos que de afuera los mandan a buscar y los llevan a hacer reparaciones cuando hay fallas de luz en los pueblos cercanos”, comentó Julio.

Municiones encontradas dentro de la cárcel.
Todos los espacios de la prisión estaban custodiados por hombres armados con fusiles AR-15, AK-103, pistolas calibre 9 milímetros.

Los «gariteros»

Esa obsesión de Guerrero por convertir Tocorón en una urbanización podría explicar la cantidad de construcciones e instalaciones recreativas que había en la prisión, así como el afán por el orden y la seguridad.

Todos los espacios de la prisión estaban custodiados por hombres armados con fusiles AR-15, AK-103, pistolas calibre 9 milímetros y escopetas. Estos vigilantes también eran presos y en el argot carcelario se les conoce como “gariteros”.

El zoológico, que daba hacia una gran montaña con mucha vegetación, era resguardado por dos gariteros para cuidar a los animales. Se decía que una serpiente de mucho valor para Guerrero se perdió y, desde entonces, el pran, como se donomina en Venezuela a los líderes carcelarios, se aseguró de que no volviera a pasar.

Las aves, los monos, las avestruces, los felinos, las gallinas, los caballos, los cerdos y el ganado, todos estaban en jaulas o espacios perfectamente adaptados para cada especie. Incluso tenían pequeños carteles o fichas que describían las características de cada uno.

En esa misma área estaba también la gallera, una impresionante construcción de concreto donde se organizaban peleas de gallos con apuestas. Al lado, un estadio de béisbol con grama artificial que había sido remodelado por el pran.

Flamingos en el zoológico de Tocorón
Los animales del zoológico estaban en espacios adaptados a cada especie

El comiezo del fin de Tocorón

Mi visita estuvo vigilada por dos hombres armados, con pistola y escopeta, desde un punto de control improvisado a tres metros de nosotros. Durante aquel recorrido me topé con hombres armados cada 100 metros, además de otros que se desplazaban en motocicletas de alta cilindrada.

Me encontré con locales para hacer apuestas en las carreras de caballo, y lo más llamativo fueron los comercios destinados exclusivamente a la venta de drogas: desde marihuana cripy pasando por cocaína hasta sustancias sintéticas.

A cada paso iba identificando lugares que desde 2016 había visto en fotos o video filtrados, o recreado con base en testimonios de personas conocidas. “Ahí está. Es la discoteca Tokio”, me dije cuando pasamos cerca del popular local, escenario de las famosas fiestas de Tocorón.

Logré identificarla con dificultad, porque la fachada estaba cubierta con una lona negra. Al salir de la prisión, un exmiembro de la organización me explicó que a mediados de 2022 los pranes habían recibido la orden del gobierno (sin precisar de dónde o de quién) de cerrar la discoteca al público. Era un tema de discreción, de no seguir llamando la atención, porque adentro las fiestas seguían.

Esta medida pudo ser quizás un indicador del comienzo del fin de Tocorón.

En ese momento, Guerrero también ordenó a sus aliados suspender las estafas en las ventas de vehículos que se hacían desde varias prisiones, a través de la página de Facebook Marketplace. El escándalo había escalado a distintos sectores de la sociedad y afectado incluso a varios funcionarios.

Fachada de la discoteca Tokio
La discoteca Tokio estuvo abierta al público hasta 2022, cuando el gobierno pidió a los pranes cerrarla por discresión
«Esta cárcel es para millonarios»

La conversación informal con Julio se produjo entre bocado y bocado de un pan tipo baguette que le llevé. No siempre tenía la posibilidad de comer pan y beber una gaseosa. Pocas veces recibía visitas.

Sin embargo, me contó que en Tocorón había presos en peores condiciones.

Los llamaban “varones”, “manchados” y “ovejas». Estaban en la última escala de los estratos sociales en la cárcel. Reclusos que no tienen familia o que rompieron alguna de las reglas impuestas por el pran.

Estaban confinados a ciertas áreas, de las cuales no pueden salir, y sin acceso a la piscinas, los restaurantes o la discoteca. Para ser identificados debían vestir con camisas de manga larga con estampados de cuadros o rayas y usar corbata. Muchos de estos hombres se veían famélicos y se desplazan como zombies.

“Esto es para millonarios. Esta cárcel es para millonarios. Aquí todo es plata», advirtió Julio, con un gesto de resignación. «Todos tenemos que pagar US$15 de causa (importe que la población penal cancela al pran para permanecer en la prisión sin recibir castigos corporales) a la semana”.

Los presos también debían pagar por las llamadas telefónicas. Las tarifas eran variadas: US$20 por el alquiler de un espacio individual para dormir de 2×2 metros, US$30 para que sus parejas pudieran quedarse el fin de semana, entre otras.

Restos de los restaurantes que operaban dentro de la cárcel
Tocorón contaba con restaurantes y comercios donde se podían productos de marcas costosas

Me llamó la atención que dentro de la cárcel existían comercios con calcomanías de Balenciaga, Gucci o Nike en sus vidrieras. Lo que daba idea de la cantidad de dinero que se movía dentro del penal.

Lo que no pude ver en la prisión fueron las viviendas de los pranes, porque estaban en un área a la que sólo podían ingresar las personas del entorno de los jefes del Tren de Aragua. Supe que allí también había piscinas y asadores de carne construidos para los líderes.

Aquel mundo ha quedado desmantalado tras la intervención del gobierno, en la que participaron 11.000 agentes.

“Hemos descubierto una gran cantidad de espacios inadecuados para el funcionamiento de este tipo de instalación”, afirmó el Ministro de Relaciones Interiores de Venezuela, el almirante Remigio Ceballos, quien comandó la toma militar de la cárcel.

Hoy el destino de Julio es desconocido, al igual que el de decenas de presos de Tocorón y el del pran, el Niño Guerrero, que está en búsqueda y captura.

La toma de la prisión constituyó un duro golpe a la organización criminal. Pero no está claro si es el fin de la megabanda que desde esta cárcel de Venezuela expandió sus actividades delictivas a Colombia, Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, y posiblemente Estados Unidos.

Para contactarnos escribe a nuestro correo editorial [email protected]
Recibe la actualización diaria de noticias a través de nuestro Grupo WhatsApp 
Twitter | Instagram

━ más como esto

Así abrió el dólar paralelo este viernes #17May

La divisa estadounidense subió su valor 0,17% con respecto al cierre del jueves La cotización del dólar en el mercado paralelo presentó una leve variación...

Inameh prevé precipitaciones de intensidad variable en gran parte del país

El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), en su reporte matutino, detalló que para este viernes 17 de mayo, prevalecerá cielo parcialmente nublado a...

El venezolano Jonathan Suárez se coronó campeón mundial de BMX Racing (+Video)

Jonathan Suárez cruzó la meta en el primer lugar, seguido por Justin Wike de EEUU  El experimentado ciclista venezolano, Jonathan Suárez, se tituló en el BMX Racing en...

Este es el valor del dólar del BCV para este viernes #17May

La variación respecto a la cotización anterior fue de Bs +0,02 El Banco Central de Venezuela (BCV) informó que la tasa de cambio que regirá...

Comité de Familiares y Amigos por la Libertad de los Trabajadores Presos seguirán en las calles exigiendo salarios dignos

Diversas organizaciones de izquierda rechazaron que el diputado de la AN Carlos Pacheco señalara a los sindicalistas Rafael Uzcátegui y Luis Zapata de ser...