Debido a la COVID-19, la conmemoración de los 16 años del fallecimiento de la sierva de Dios, María Esperanza de Bianchini, mensajera de la Virgen de Betania, no pudo ser presencial.
Gracias a los buenos oficios del párroco de Santa Rosalía de Palermo de El Hatillo, el padre Ángel Ríos, se pudo celebrar la Misa en la residencia de la familia Bianchini, y con la tecnología vía Zoom, a todas las comunidades de Betania establecidas en el mundo.
Más de 223 familias participaron en esta eucaristía oficiada por el padre Juan Carlos Silva, párroco de Santa Rosalía de Caracas. Hijos y nietos de la sierva de Dios María Esperanza, quienes pertenecen a la Coral Betania, acompañaron con sus cantos esta ceremonia.
Antes de comenzar la ofrenda, el padre Timothy Byerley, representante de las comunidades de Betania III y XI en EE.UU., dirigió unas palabras a todos los participantes de esta transmisión vía Internet: “La familia de Betania es un movimiento internacional y hoy estamos todos unidos como la sierva de Dios María Esperanza hubiese querido, de manera que la idea de la reconciliación que el mundo tanto necesita hoy, es posible».
También se refirió al papel fundamental que juega la Virgen de Betania bajo el título de Reconciliadora de Todos los Pueblos, para lograr esta unidad: “Su mensaje es el mismo mensaje de su Hijo: amar a Dios y amar a los hermanos, eso es lo que significa la unidad”. También expresó que “a pesar de que la situación del mundo se ve bastante negativa estamos a punto de una enorme victoria de Dios, y esa victoria es el amor, la victoria del amor divino”.
Por su parte, el padre Silva durante su homilía expresó: “La Santísima Virgen desde Betania abrió un camino que manifiesta la obra de Dios que es indetenible, porque dondequiera que se encuentre la fundación allí están Cristo y María, y en Cristo y María nos reponemos a nuestras grandes miserias y seremos un instrumento de esperanza y de paz. Nuestra sierva de Dios fue un instrumento y sigue siendo un instrumento privilegiado del amor de Dios que viene a reconciliar a su pueblo y a sanar tremendas heridas”.
Luego de la Santa Misa, la mini coral hizo un pequeño concierto y algunos miembros de la familia y la fundación compartieron sus experiencias junto a la sierva de Dios María Esperanza. Más información sobre la vida de la sierva de Dios en www.mariaesperanza.org