El jefe del Estado señaló que, de acuerdo con expertos, en el país se están registrando cuatro grados centígrados en promedio «por encima de lo normal».
Nicolás Maduro pidió este viernes a los venezolanos a prepararse para tiempos de «emergencia climática», tras el reporte por parte del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) de altas temperaturas en gran parte del territorio nacional.
«El capitalismo ha destruido el planeta, el capitalismo ha destruido el equilibrio ecológico (…) ahora vienen los aguaceros (lluvias), las sequías, los calorones, los enormes fríos, todo extremo, la temperatura extrema, estamos en tiempos de emergencia climática y los venezolanos tenemos que prepararnos para los tiempos de emergencia climática», dijo Maduro en un acto televisado.
Señaló que, de acuerdo con expertos, en el país se están registrando cuatro grados centígrados en promedio «por encima de lo normal».
«Producto del cambio climático tenemos, me dicen los expertos en medición del clima, tenemos cuatro grados centígrados promedio en el país por encima de lo normal», dijo.
El Inameh pronosticó para este viernes, condiciones meteorológicas estables en gran parte del país, con escasa nubosidad sin precipitaciones.
Asimismo, dijo que se prevé como temperatura mínima extrema en horas de la madrugada, 8 grados centígrados, en zonas montañosas del estado Mérida, y máximas, después del mediodía, cercanas a los 41 grados en los estados Zulia, Falcón, Miranda, Anzoátegui, Bolívar, así como los llanos occidentales y centrales.
«Estas altas temperaturas, sumadas a días consecutivos sin precipitaciones y fuerte radiación solar, incrementan el riesgo muy alto de propagación de incendios forestales, en un 75 % del país», añadió.
El Inameh sostuvo que este riesgo se registra, especialmente, en Zulia, sur de Táchira, norte de Trujillo, Delta Amacuro, Bolívar, Amazonas, centro occidente, llanos occidentales y centrales.
Venezuela sufrió una fuerte temporada de lluvias en 2022, que causaron daños de variada intensidad en unas 14.000 viviendas -algunas multifamiliares- y dejaron un saldo de, al menos, 94 muertos.