Mucho fue el consenso que se observó en el debate entre los siete aspirantes a rector de la Universidad Central de Venezuela que expusieron sus ideas en un encuentro organizado por la Federación de Centros Universitarios
La transparencia en en el manejo de los recursos, las formas de obtener financiamiento para fortalecer la autonomía, la necesidad de mantener y renovar la planta profesoral, garantizar la seguridad dentro de la universidad, fueron algunos de los temas tratados en el foro organizado por la Federación de Centros Universitarios y donde participaron los siete aspirantes al rectorado de la casa que vence la sombra.
El debate dejó algo claro. Sobre esos puntos hay mucho consenso. La forma de garantizar la transparencia puede variar, pero todos estuvieron de acuerdo en que hay que facilitarla. La maneras de generar ingresos propios y hacerse menos dependientes del presupuesto del país, también variaron, pero todos coincidieron en que hay que explorar con fuerza ese camino.
Humberto Rojas, Víctor Rago, Amalio Belmonte, Enrique López Loyo, Rómulo Orta, Paulino Betancourt y Miguel Alfonzo participaron en este foro que fue moderado por el presidente de la FCU, Luis Mendoza, y donde buena parte de los integrantes de ese organismo de representación estudiantil formuló preguntas a los candidatos.
Otro punto de encuentro, con algunas variantes, fue el de la necesidad de renovar y mantener el cuerpo profesoral, aunque varios acotaron que con los actuales salarios hacer carrera dentro de la universidad no es todo lo atractivo que debiera, lo cual podría ser compensado con posibilidades de preparación académica que fortaleciera el curriculum de quienes deseen convertirse en profesores universitarios.
Diferencia
La presencia de la comisión presidencial que ha venido recuperando la planta física de la universidad sí generó discrepancias, en particular con el profesor Miguel Alfonzo, el único de los siete que se identifica con el gobierno de Nicolás Maduro y quien justificó su presencia porque a los manejos de recursos que se han hecho en la UCV les ha faltado transparencia. El resto de los aspirantes se comprometió, como mínimo, a que su actuación sería supervisada por las autoridades universitarias.
Las palabras de Alfonzo fueron rechazadas por parte de los presentes, quienes interrumpieron su intervención, acción que fue cuestionada por el moderador, exigiendo a los presentes respeto para todos los candidatos, resaltando que se estaba dando un debate democrático en el cual había que escucharlos a todos, y que debía ser un ejemplo para la sociedad venezolana.
La seguridad interna de la UCV también estuvo sobre el tapete y las críticas se enfilaron sobre la labor que ha venido realizando la dirección encargada de la materia, la cual no recibió una buena evaluación. Todos coincidieron en la necesidad de coordinar con las distintas policías para garantizar la seguridad en los alrededores de la casa de estudios, pero sin presencia interna.
Al finalizar el encuentro, los candidatos tenían que responder sí o no a las preguntas que se les formularan. La primera fue si las autoridades salientes corresponsables de la crisis universitaria, todos respondieron afirmativamente, hasta Amalio Belmonte, quien es autoridad universitaria en la actualidad.
La posibilidad de cobrar, aunque fuera simbólicamente, por los alimentos que entrega el comedor de la UCV, fue rechazada por los siete aspirantes, mientras que los siete estuvieron de acuerdo en asignarle una partida presupuestaria para el funcionamiento de la FCU. En cuanto a la conveniencia del paro profesoral para lograr reivindicaciones la mayoría lo rechazó con un no, pero hubo dos respuestas que no lo descartaron como alternativa de lucha.