«LASA hace un llamado para que el gobierno de Venezuela asegure el pleno derecho a la libertad académica, a la remuneración y prestaciones sociales justas con el fin de asegurar que la comunidad académica se dedique a sus tareas más importantes: investigar, impartir y compartir conocimiento»
La Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) expresó su preocupación «por la grave situación de los profesores/as de las universidades públicas venezolanas, quienes debido al deterioro de sus salarios y condiciones de trabajo ven seriamente menoscabada la posibilidad de ejercer adecuadamente sus labores académicas. La falta de una remuneración adecuada afecta la libertad académica, el derecho a la educación de estudiantes universitarios, comprometiendo el desarrollo científico y social del país».
La Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA por sus siglas en inglés) es la asociación profesional más grande del mundo que integra a individuos e instituciones dedicadas al estudio de América Latina y el Caribe. Actualmente, LASA cuenta con más de 12 000 miembros en todo el mundo y tiene un comité que defiende la libertad académica y el respeto de los derechos humanos.
«Es evidente que para garantizar el derecho a la libertad de expresión y la libertad académica es
imprescindible asegurar los derechos laborales de los/as profesores universitarios/as para que puedan contar con un salario y condiciones de vida dignas. De acuerdo con los Principios Interamericanos sobre Libertad Académica y Autonomía Universitaria, adoptados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 2021: “La distribución de recursos no puede convertirse en una herramienta de ataque contra instituciones y grupos académicos, ni de amenaza al pensamiento crítico. El presupuesto público debe observar la proporcionalidad necesaria para que todas las instituciones de educación superior puedan desarrollar sus actividades con igual autonomía. La transparencia es un requisito indispensable para los Estados en sus gestiones presupuestarias».
La organización «hace un llamado para que el gobierno de Venezuela asegure el pleno derecho
a la libertad académica, a la remuneración y prestaciones sociales justas con el fin de asegurar que la comunidad académica se dedique a sus tareas más importantes: investigar, impartir y compartir conocimiento. En Venezuela el salario se ha pulverizado en las últimas dos décadas, reduciéndose en un 95% del 2001 a la fecha. Hoy en día, este salario no permite cubrir los gastos de la canasta mínima alimentaria. Por ello, desde enero del 2023 se realizan semanalmente protestas multitudinarias con la participación de maestros, profesores de todos los niveles así como trabajadores de la administración pública en todo el territorio nacional. Las negociaciones de organizaciones nacionales e internacionales con el gobierno para mejorar las condiciones laborales han resultado infructuosas. La negativa gubernamental se acompaña
de amenazas, detenciones a manifestantes por los cuerpos de seguridad, presentación en tribunales, en los que se prohíbe participar en protestas, amedrentamiento y uso de la violencia paraestatal».
De acuerdo con LASA «la destrucción del salario, de la seguridad social y de las condiciones dignas de trabajo de los profesores de las universidades públicas son el resultado de las políticas oficiales hacia el sector. El gobierno ha centralizado el presupuesto universitario y las nóminas y ha eliminado en la práctica la cuota e incentivos para la investigación. Esto ha llevado al deterioro de la actividad científica, que se expresa en un descenso sostenido de las publicaciones en revistas científicas tanto nacionales como internacionales. Los y las académicos nacionales han disminuido drásticamente su presencia en congresos académicos internacionales, incluyendo LASA, por falta de recursos además de sufrir restricciones para acceder a visas y poder competir a fondos internacionales de cooperación e investigación. Tan dramática situación explica el éxodo de investigadores a otros países o a otros sectores de la economía, la drástica disminución de la matrícula estudiantil y la incapacidad de las
universidades de generar el necesario relevo generacional dentro del profesorado».
Por esto «LASA hace un llamado al gobierno Venezolano para garantizar la educación pública,
garantizando salarios fuera de indicadores de pobreza extrema, suficiencia de espacios adecuados y recursos indispensables para la labor de investigación y docencia académicas».