La integrante de la Coalición Sindical subraya que los planteles necesitan de nuevo la presencia del psicólogo, el orientador y el trabajador social
Maryuri Maldonado, dirigente del sector educación de la Coalición Sindical Nacional, ha reiterado en varias oportunidades que el país no está en condiciones de recibir a los migrantes retornados. «No hay condiciones en lo absoluto: ni en salud, ni en educación, ni en lo económico».
A su juicio, el venezolano que regrese a su patria «debe ser consciente de que las condiciones están mucho peores que cuando se marchó», particularmente en el sector educativo.
Maldonado, muy crítica de la situación del sector educativo, evalúa que se ha hecho «puro maquillaje» e insistió en que «si los muchachos no tienen salud, no puede haber educación». Reprochó que se jubile a los trabajadores «a diestra y siniestra por vía de oficio, por Gaceta Oficial, sin que el trabajador tenga los requerimientos».
Cuestiona, además, que no se aumente el salario mínimo sino que se paguen bonos «que no van a las prestaciones». Una de las consecuencias es que el personal calificado se retira.
«El personal administrativo es el personal de apoyo de los docentes, porque mientras los docentes están en aula, ese personal administrativo y obrero cumple con las labores técnicas, de oficina, registro, notas para enviar al Ministerio de Educación. Y el personal obrero es el que mantiene la infraestructura» prácticamente con nada.
Para la dirigente sindical es clave retomar la recomendación de organismos internacionales: invertir en educación más de 5% del PIB para que pueda funcionar.
La Coalición Sindical, explica, insiste en que cada plantel debe tener un psicólogo, un trabajador social y un orientador. El orientador, particularmente, «es un especialista en ver la problemática del alumno, y conjuntamente con el trabajador social, buscar soluciones» y garantizar otras necesidades.
«Si queremos recuperar el país debemos empezar por recuperar la educación y la salud», reitera Maldonado.