«Mi jubilación es de 130 bolívares. No como carne, pollo ni huevo porque no lo puedo comprar. Como verduras y legumbres, como los conejos», expresó
Cuando María Nieves juró que tenía 95 años de edad nadie le creyó. Y cuando aseguró que trabajaba como «mantelera» (vendedora ambulante en la calle), más atónitos quedaron los que la escucharon decirlo. Es una mujer fuerte, que este miércoles 8 de marzo se presentó en Plaza Venezuela para sumarse a la marcha unitaria que reunió a centenares de venezolanas en una misma exigencia.
«Tengo 40 años de servicio en hospitales. En el Domingo Luciani me jubilaron. Mi jubilación es de 130 bolívares. No como carne, pollo ni huevo porque no lo puedo comprar. Como verduras y legumbres, como los conejos. Pura legumbre, porque no puedo comprar lo demás», comentó.
María explicó que vive en Valles del Tuy, que se levanta a las 5 de la mañana. «Trabajo en la calle. Ayudo a las iglesias cristianas. Repartimos comida en Catia los miércoles, y en la avenida Baralt los sábados, y les damos medicinas a las personas que lo necesitan. Me siento feliz haciendo lo que estoy haciendo».
-¿Cómo hace para mantenerse?
-Dios proveerá, como dice el dicho.
Se queja por la calidad de la bolsa CLAP. «Cada día nos la aumentan más, y a la bolsa le sacan el aceite, el azúcar y la leche. Y el gas lo aumentaron a 24 bolívares; yo pagaba 10 bolívares. Y los camioneteros no nos quieren montar; cuando nos ven, salen corriendo. Yo pago 25 bolívares para venir a Caracas».
-¿Cuánto saca vendiendo en la calle?
-Depende de cómo esté el día, porque a veces la gente no tiene real para comprar. Vendo cositas, ropita, adornitos, cintillitos, cositas, todo lo que consiga. Yo vivo de eso.
-¿Cómo quisiera pasar sus próximos años?
La respuesta fue una canción. Una canción para el mandatario Nicolás Maduro.