Hay alimentos completamente olvidados por las familias venezolanas porque no pueden acceder a ellos, afirmó la nutricionista
La nutricionista Susana Raffalli informó que, la desnutrición pasó de ser la novena causa de consulta a ser la primera causa en los dispensarios de Cáritas. La desnutrición es de 14%, estimó. Según sus cálculos, en Venezuela subió 73% la desnutrición debido a la pandemia.
La experta afirmó que tenemos una generación COVID-19 que está formada por niños con predisposición a la desnutrición crónica, que no están vacunados, además de adultos con enfermedades crónicas descompensadas.
Hay familias que solo comen tubérculos, plátanos, puntualizó. Registró como alimentos olvidados del patrón de consumo de los venezolanos alimentos como: carne de res y pollo, frutas y vegetales. Esto pasó a ser un consumo suntuario, acotó. Llegan a Cáritas niños de cinco años que nunca han probado la carne, lamentó.
Advirtió que no estamos preparados para afrontar la tercera ola de la COVID-19. Se deben establecer planes de contingencia para ese momento, manifestó, con inventarios para los puestos primarios de salud, suplementos terapéuticos para los servicios.
Afirmó que se profundizaron los daños debido a la pandemia y dijo que el daño supera en cinco veces lo proyectado en el mundo.
La pandemia afecta a un país que ya estaba desgastado, cae sobre hogares afectados y en una nación en la que la arquitectura humanitaria está debilitada.
El país necesitaba un cuerpo humanitario fortalecido.
Raffalli señaló que no es lo mismo que se apague la actividad económica en Chile o Costa Rica, a que suceda en Venezuela, donde más de 50% de la población depende de la economía informal.
También han caído las remesas; pasaron de 65% de las familias a 11% en los primeros meses de pandemia. Además, se pasó de 60 a 80 dólares mensuales a menos de 10 dólares. Esto ha mejorado en lo que va de año, más hogares están recibiendo remesas, pero el impacto final en la desnutrición no se siente.