El director de la ONG Derecho Civiles, aseguró que los venezolanos son «víctimas de crisis imparable tras la violación sistemática de los DDHH por parte del Estado» ; señaló que los más afectados son «los ancianos con una pensión de 1.200 Bs. ,con un dólar en 1.700 Bs.»
El director de la ONG Derechos Civiles, abogado Rafael Narváez, manifestó que la prioridad en este momento no es colocar más estrellas a la bandera nacional y lo primero que debe hacer un Estado responsable es esforzarse por detener la hambruna como consecuencia de la hiperinflación y la desigualdad social.
Explicó que la crisis alimenticia en Venezuela es «generada por los salarios de hambre devorados por el crecimiento del Dólar que aniquiló nuestra moneda nacional» los servicios básicos como el agua, gas doméstico, energía eléctrica siguen sin resolverse y esta situación sigue provocando el éxodo de venezolanos que perdieron las esperanzas ante prioridad del Estado.
El coordinador nacional de los derechos civiles, aseguró que el gobierno tiene «poder absoluto; los poderes públicos incluyendo las FANB y los cuerpos de seguridad más violentos, represivos y violadores de los DDHH que descargan toda su ira y resentimiento contra todo a que que levante su voz de reclamos justos por sus derechos constitucionales establecidos en nuestra todavía viva CRBV» expresó que los derechos infringidos debe ser recuperados para volver a la Venezuela de antes.
El abogado defensor DDHH fustigó las decisiones asumidas por parte de los parlamentarios de la nueva AN que «no tienen nada que ver con las promesas hechas a los electores durante la campaña electoral y por el camino que veo muy lejos de asumir sus atribuciones de control a los poderes públicos y legislar en favor de un pueblo sigue en crucifixión, nada tiene que envidiar a la extinta Asamblea Constituyente que nunca cumplió con una nueva CRBV, por el contrario fue el paredón judicial contra la disidencia opositora», dijo.
Para finalizar, el defensor DDHH exigió a los poderes romper con la camisa de fuerzas y la disciplina partidista impuesta por el efectivo y así recuperar su autonomía e independencia para reparar el daño causado a los derechos y garantías constitucionales de los ciudadanos, de lo contrario la historia los seguirá juzgando.