El abogado afirmó que «estamos en presencia de la violación sistemática del derecho a la salud y a la vida por parte del Estado».
«El Estado está en la obligación de detener las muertes de pacientes crónicos en los centros de salud del país», señaló el abogado defensor de los Derechos Humanos, Rafael Narváez.
El abogado afirmó que «estamos en presencia de la violación sistemática del derecho a la salud y a la vida por parte del Estado».
En ese sentido, denunció escasez de agua, fallas en el sistema eléctrico, alimentación deficiente, departamentos oncológicos sin funcionamiento, ausencia de rayos X, laboratorios hematológicos sin capacidad para hacer estudios, equipos dañados para las tomografías, así como problemas en los filtros e insumos en las unidades de diálisis que ponen en riesgo a los pacientes, que según el protocolo deben recibir el tratamiento tres veces a la semana.
«Estamos en presencia de un sistema de salud a punto de colapso», reiteró Narváez, quien agregó que «lo mas grave de esta situación es que el Ministro para la Salud no se conmueve ante el reclamo y la desesperación de médicos, enfermeras , familiares y pacientes».
«Es un estado indolente y sin alma que desprecia la vida, la salud de los pacientes», aseveró, y como ejemplo señaló la situación que atraviesan los niños del Hospital JM de los Ríos y el oncológico Luis Razetti.
Ante la observación del Secretario General adjunto de la ONU para los Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, sobre las condiciones del sector salud, el defensor de Derechos Humanos comentó que «hasta el momento el Ministro de la Salud guarda silencio».