José Manuel Robles fue denunciado por una UBCH en Barinas, y posteriormente detenido por el Cicpc, como lo relató su madre, Carola Barillas. El joven está preso en Tocorón, al igual que el atleta Anthony Pérez y tantos muchachos más. Sus mamás apelan al corazón de Maduro y Cabello
«Nuestros muchachos son inocentes». Lo repitió varias veces ante los medios de comunicación, ante los policías que estuvieron presentes en la manifestación realizada este jueves por Las Madres en Defensa de la Verdad en el Palacio de Justicia, en el centro de Caracas. «Nuestros muchachos se están secando, pero nuestros muchachos son inocentes». Es Carola Barillas, madre de José Manuel Robles, un joven de 33 años preso en Tocorón.
Explicó que son del estado Barinas y que la vida es un calvario para la familia desde hace tres meses. «Ya no tengo miedo. Mi hijo fue denunciado por una de las personas organizadas de la comunidad llamadas UBCH; imagino que le cayó mal que él pensara diferente». El Cicpc lo detuvo el 3 de agosto. «Ahora nos dicen que un juicio. Los acusaron de cinco delitos, pero el señor fiscal acusador les dejó dos: terrorismo e incitación al odio, que son los únicos delitos con los que ellos dicen que pueden ‘secar’ a nuestros muchachos».
Robles tiene 33 años de edad; como lo detalla su mamá, es auxiliar de medicina veterinaria y sociólogo. «Levanta una microempresa a punta de sudor honesto. Esos muchachos no quieren irse del país, sueñan con hacer su familia» en Venezuela.
Barillas unió su voz a la de las madres que este jueves leyeron una carta pública dirigida al mandatario Nicolás Maduro y al ministro Diosdado Cabello. «Le pido de corazón, señor Nicolás Maduro, revise cada uno de los expedientes para que usted vea, que usted se va a encontrar con muchachos sanos, porque en la cara ellos lo dicen», expresó.
Como madre, consideró un exabrupto que en el gobierno le propongan celebrar unas Navidades felices si su hijo está encarcelado. «¿Cómo nos piden que tengamos unas Navidades felices? Yo crié a mi hijo con valores de fe cristianos, con raíces venezolanas, y ustedes me lo culpan de terrorismo. Por favor. Revisa, revisa, señor presidente. Nosotros estamos dispuestos a sentarnos en una mesa de trabajo, si usted lo exige. Revise, revise. No podemos tener una Navidad feliz mientras nuestros muchachos se están secando. La comida es poca, en muchas ocasiones llega mala».
Apeló directamente a quienes, a su juicio, tienen la llave de la prisión de su hijo. «Señor presidente, por favor… Usted tiene hijos. Señora Cilia Flores, usted tiene hijos, usted tiene hermanos. Señor Diosdado Cabello, revise cada expediente de esos muchachos. Queremos tener una Navidad feliz, pero con nuestros muchachos en el hogar».
Medida de gracia
En la carta leída este jueves, las madres denunciaron las irregularidades que han marcado estos casos: «Aprehensión sin orden judicial, acusaciones fiscales sin base, adopción de decisiones judiciales contra derecho» y pases a juicio «sin base probatoria en los expedientes». En las cárceles «viven situaciones precarias y difíciles».
«Nos dirigimos a usted con la esperanza de que se abra a un diálogo sincero con el pueblo venezolano. Así como usted ha dialogado con otros sectores del país, le solicitamos que también se abra a este diálogo con el pueblo venezolano, especialmente a través de nosotras, las madres. Creemos firmemente que este espacio puede ser un paso hacia la liberación satisfactoria de nuestros hijos, y un avance en la construcción de la paz que tanto anhelamos», afirmaron.
«Le solicitamos, en su rol como jefe de Estado, que repare el daño causado a nuestra gente y facilite una Navidad en casa con nuestros hijos. En este sentido, y basándonos en las atribuciones del artículo 236, literal 19 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, o cualquier mecanismo legal que considere adecuado, le pedimos que conceda una medida de gracia que garantice la libertad plena e inmediata de nuestros hijos. Esto es especialmente urgente para aquellos que se encuentran en condiciones carcelarias inhumanas y padecen serios problemas de salud».
Un joven atleta en Tocorón
A la cárcel de Tocorón fue llevado Anthony Pérez, joven deportista de 23 años detenido en Puerto Ordaz el pasado 31 de julio. Su hermana, Nicole, no paró de llorar mientras contaba cómo ocurrieron los hechos. «Su aprehensión fue una locura totalmente, porque nunca estuvo en una marcha, nunca participó en nada de esas cosas», aseveró. Pero una comisión lo golpeó, le quitó la moto y se lo llevó. Pasaron varias días sin saber de él. «Le pido de todo corazón al presidente que se ponga la mano en el corazón, porque él es padre, él también tiene familia, tiene hijos, y nosotros no podemos soportar seguir viendo a nuestros familiares en el estado en el que están».
A Pérez lo acusan de terrorismo e incitación al odio «y cualquier cantidad de cosas que no son así». Pidió que las autoridades revisen los expedientes: «Ellos sin inocentes. Mi hermano es atleta (taekwondo), ha representado el país, no soporto verlo allí». Ha adelgazado y está muy desanimado y desesperado.
