«Nos dirigimos a usted con la esperanza de que se abra a un diálogo sincero con el pueblo venezolano», subrayaron en el Palacio de Justicia
En el Palacio de Justicia, en Caracas, hubo abrazos y lágrimas este jueves 7 de noviembre. Las Madres en Defensa de la Verdad acudieron a este lugar para solicitar nuevamente que sus hijos sean liberados. Los detuvieron, protestando o caminando por la calle, en el contexto de la reacción popular contra los resultados oficiales de las elecciones del 28 de julio. Hoy, se encuentran en las cárceles de Tocorón (Aragua) o Tocuyito (Carabobo), e incluso, en recintos para menores de edad, acusados de «terrorismo» e «incitación al odio».
Las madres, unidas por la lucha en favor de sus hijos, leyeron una carta pública al mandatario Nicolás Maduro. Estos son algunos elementos de la misiva:
«Nos dirigimos a usted con la esperanza de que se abra a un diálogo sincero con el pueblo venezolano. Así como usted ha dialogado con otros sectores del país, le solicitamos que también se abra a este diálogo con el pueblo venezolano, especialmente a través de nosotras, las madres. Creemos firmemente que este espacio puede ser un paso hacia la liberación satisfactoria de nuestros hijos, y un avance en la construcción de la paz que tanto anhelamos».
«Le solicitamos, en su rol como jefe de Estado, que repare el daño causado a nuestra gente y facilite una Navidad en casa con nuestros hijos. En este sentido, y basándonos en las atribuciones del artículo 236, literal 19 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, o cualquier mecanismo legal que considere adecuado, le pedimos que conceda una medida de gracia que garantice la libertad plena e inmediata de nuestros hijos. Esto es especialmente urgente para aquellos que se encuentran en condiciones carcelarias inhumanas y padecen serios problemas de salud».
«Esperamos que esta medida se tome con rapidez y que podamos vivir una Navidad sin nuestros hijos tras las rejas. Le imploramos que actúe con compasión y justicia; que escuche nuestras súplicas y permita a estos jóvenes regresar a sus hogares. Deseamos que disfruten del amor familiar y del consuelo que solo una madre puede brindar».