«Señores, yo soy cristiana. Yo los perdono. Que lo que les pagan a ustedes les alcance para darles comida a sus hijos», expresó la dirigente del magisterio e integrante de la Coalición Sindical Nacional
Se ha convertido en un personaje emblemático de las protestas del los trabajadores públicos contra el instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre). Es una mujer que no pasaría desapercibida por ese chorro de voz y por esa forma de usar la palabra para defender sus ideas. Este lunes 22 de agosto la maestra Elsa Castillo, con esa misma potencia, envió un mensaje a los funcionarios del Sebin y de la Policía Nacional Bolivariana que la amedrentaron el días recientes.
«Como soy cristiana, insisto: le doy gracias a dios padre todopoderoso porque en ese momento nos protegió, porque vi a alguien muy nervioso que le dijo al compañero José Patines que mostrara su cédula, y cuando Patines la iba a sacar el hombre se puso todo nervioso y le hizo así con la pistola. ¿Desde cuándo los dirigentes sindicales somos delincuentes», relató Castillo.
«Señores, yo soy cristiana. Yo los perdono. Que lo que les pagan a ustedes les alcance para darles comida a sus hijos. De verdad: aunque hablo fuerte, y algunos piensan que por eso no soy cristiana, yo sí soy cristiana católica. A lo mejor por eso me permito subir la voz. Uno tiene que trabajar por el prójimo, y a ustedes les pagan por el prójimo, por el beneficio de la sociedad y de la comunidad en la que viven, y eso no es persiguiendo ni fastidiando a dirigentes sindicales».
Castillo confirmó que formalizó la denuncia, pero dijo que prefería mantener en secreto el nombre del sitio al cual acudió. Informó que le garantizaron que sus derechos serán respetados.
Como parte del movimiento de docentes que ha mantenido las protestas, Castillo renovó su llamado para que el instructivo de la Onapre sea anulado. «Nosotros creemos que el ejecutivo nacional puede hacer eso, lo pueden hacer. Ellos no necesitan que un juez les dé la orden de hacerlo, porque ellos saben que eso es contrario a la Constitución. Ellos pueden hacerlo como un gesto de buena fe. Así como pagaron las vacaciones a los educadores, incompletas, y el bono recreacional, incompleto, así mismo pueden tener un gesto de buena fe y echar para atrás ese instructivo, porque ese instructivo les está sacando el pan de la boca a los hijos de los trabajadores».