Cualquier época del año es buena para liberar a los presos políticos, pero la Navidad podría ser aún más propicia. Diego Casanova, integrante del Comité por la Libertad de los Presos Políticos, no pierde la esperanza de que haya un gesto por parte del gobierno venezolano y que las familias hoy separadas vuelvan a encontrarse. «Navidad es una fecha de unidad, de solidaridad, de esperanza; eso debería reinar en este momento si de verdad se quiere avanzar a una paz verdadera» que respete los derechos humanos y la democracia.
«Hemos venido explorando todas las alternativas que creemos que funcionan», señala Casanova, y resume algunas de las puertas que han tocado este año: Ministerio Público, Ministerio del Servicio Penitenciario, Ministerio Público. «Estas son las vías formales en un estado de derecho», sentencia, «porque uno presenta pruebas de que son inocentes y ellos deberían revisar todo eso y establecer un mecanismo para que salgan en libertad, como ocurrió en diciembre del año pasado, cuando liberaron a varias personas con la figura de la revisión de casos».

También, recuerda, han explorado otras iniciativas, como las medidas humanitarias que se han otorgado para personas en condiciones de salud muy delicadas, y la presión política y diplomática. «Sin embargo, lo que hemos visto es que el Estado y quienes están al frente de las instituciones cada vez se cierran más, escuchan menos las solicitudes e, incluso, recrudecen la persecución a los familiares de los presos políticos».
Han fallecido, bajo custodia del Estado, figuras como el exgobernador del estado Nueva Esparta, Alfredo Díaz. El exministro de la Defensa, Raúl Isaías Baduel. El concejal Fernando Albán. El oficial Rafael Acosta Arévalo.
«La información que tenemos es que en cárceles como Tocorón a los presos políticos los maltratan, los aíslan en celdas de castigo que llaman ‘tigritos’, no les garantizan una alimentación adecuada y solo les dan arroz, mortadela licuada o sardinas; el agua es limitada y no permiten a los familiares el ingreso de paquetería», describe. En la prisión de Yare 2 la situación no es mejor, asegura. Cuando se denuncia «nos ignoran, nos presionan para que estas cosas no salgan».
Sin embargo, Casanova insiste en que todo puede ser diferente en Navidad. «Hay figuras como la amnistía o el indulto. En un Estado democrático, en estas fechas el jefe del Estado otorga el indulto a los presos políticos; es lo que se estila», remarca. «Queremos que se dé un sobreseimiento de estas causas, que se garantice la libertad a todos los presos políticos». El Comité ha propuesto espacios de diálogo con las autoridades para evaluar caso por caso «y otorgar medidas de gracia a las personas injustamente detenidas».






