«La única forma de contención en el autoritarismo es la organización social», afirma el jefe de la cátedra de derecho constitucional de la UCV
Tulio Álvarez lo dice sin ambages: el proyecto de ley con el que se pretende regular a las ONG es una amenaza para la sociedad toda. El jefe de la cátedra de derecho constitucional de la UCV participó este jueves en el foro «Cerco jurídico a la sociedad civil» efectuado este jueves en la sede de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv). En conversación con contrapunto.com Álvarez afirmó que el proyecto de ley «se convierte en un obstáculo limitante del funcionamiento de las ONG».
Las ONG nacieron para la defensa de la ciudadana y de derechos individuales y colectivos. «Si obstaculizas su registro, si bloqueas cualquier actividad que realicen, si limitas el financiamiento, la consecuencia directa es que los derechos no van a ser defendidos, y eso es lo que está buscando el régimen político con esta ley: desmantelar los mecanismos de defensa ciudadana».
Álvarez recuerda que la norma tiene dos temas clave: el registro, que ya ha sido obstaculizado hasta el punto de que hoy «no se permite prácticamente un registro de ONG en Venezuela»; y el financiamiento.
«Siempre las ONG, no de Venezuela, sino de todo el mundo, reciben financiamiento internacional, y rinden cuentas a quienes las financian. El Estado tiene la facultad de reglar las organizaciones civiles; sin embargo, se ha pronunciado la CIDH y ha dicho que esa posibilidad de regular no debe llegar a limitar el accionar», subrayó. La posición asumida por el sector oficial lleva a que se impida el funcionamiento de las ONG, lo que se considera una forma de persecución a defensores de derechos humanos. «Los defensores de derechos humanos reciben, a través de las ONG, un recurso que es perseguido por el Estado. Además, el contexto es muy grave. El contexto que ha utilizado el Estado venezolano es de traidores a la patria, traficante».
-El gobierno dice que son agentes extranjeros. ¿Lo son?
-No. El defensor de derechos humanos tiene un estatus internacional, que está establecido por normas de la ONU y de la OEA. Son agentes internacionales de defensa de derechos humanos, pero no son agentes de un Estado. Cuando actúas en línea directa con las organizaciones de derechos humanos nunca vas a ser un agente extranjero, porque esas organizaciones son creadas para eso: para financiar proyectos educativos, de salubridad, ambientales, de libertad de expresión. Al atacar la organización, impides que esos proyectos internacionales se ejecuten en Venezuela.
-¿Por qué el gobierno les tiene temor a las ONG?
-En realidad le tiene temor a toda organización social del pueblo, porque es un muro de contención. Esa es la realidad. Cuando analizamos esta discusión nos damos cuenta de que es una línea política que se ha desarrollado desde siempre: atacaron a los sindicatos, a los gremios, impidieron elecciones, atacan toda institución que tenga algo que decir. Las universidades están acosadas. No se trata solo de las ONG. Las ONG son parte de ese camino de autoritarismo que sigue el régimen.
A su juicio es una etapa de mayor autoritarismo contra la organizaciones: «Siempre ha sido así».
-¿Cómo se frena esto?
-Las ONG se tienen que organizar en un frente común. Propongo que sea convocado por la Apucv y que utilice los recursos internacionales: acudir a instancias internacionales para plantear lo que están haciendo en Venezuela con ese proyecto de ley.
-¿Ante qué instancia?
-De entrada hay dos instancias: la relatoría de derechos humanos en materia de libertad de expresión y la propia CIDH. Esas son las instancias a las cuales acudir.
-¿Dialogar con el gobierno para que pare esto?
-No, no. El gobierno tiene una posición autoritaria. No quiere diálogo cuando el diálogo lleva a frenar su vocación autoritaria.
-¿En qué va a afectar esto la vida del ciudadano común?
-Va a quedar indefenso. Las instancias de ONG son instancias de defensa de derechos individuales. El ciudadano común se va a ver indefenso.
Mientras más grave es la violación de derechos humanos «más importantes son las ONG y los defensores de derechos humanos».
-¿Compararía esto con la situación de otros países?
-Nicaragua y Venezuela son el emblema de destrucción de un Estado democrático. Definitivamente los dos modelos de destrucción de un Estado democrático actual son NIcaragua y Venezuela.
-Usted dice que un frente común puede ser un muro de contención.
-Absolutamente. La única forma de contención en el autoritarismo es la organización social. Es la única. Incluso los partidos políticos, que son mecanismos de participación, han sido desmantelados, les han quitado el financiamiento, los intervienen a través de decisiones judiciales. Estamos viendo un desmantelamiento que hay que parar. Esa es la realidad. Y no es lo mismo que esté una ONG luchando sola; por ejemplo, el caso de Javier Tarazona. Si detienen de forma arbitraria a un defensor de derechos humanos, ¿qué puede esperar el ciudadano común? Nosotros tenemos que hacer un frente porque todos somos dolientes de lo que le pase a cualquiera de nosotros.
