El Colegio de Periodistas denunció que en las detenciones de Mimi Arriaga y Marco Antoima fue violado el derecho al debido proceso en vista de que los acusados no fueron escuchados, no tienen conocimiento de los hechos investigados y no tienen acceso a los medios probatorios para ejercer su defensa
Las acusaciones emitidas por Globovisión contra los periodistas Rafael Enrique Garrido Pérez, Rita Eulalia de Martino Chourio, Marco Aurelio Antoima Magallanes y Luisa Mimi Arriaga Mantellini fueron rechazadas por el Colegio Nacional de Periodistas (CNP), en un comunicado de prensa.
El CNP reiteró que en la nota del medio de televisión se les acusó de estar prófugos de la justicia, por ser presuntos administradores de la cuenta en la red social Twitter VVPeriodistas.
En la misiva expuesta por el referido Colegio se considera “inaceptable que Comunicadores sociales que juraron por el Código de Ética del Periodista Venezolano, se presten al descrédito de sus propios colegas, al acusarlos sin pruebas y a priori”.
Asimismo, reiteró que toda información de este tipo debe apegarse a los valores de una investigación previa, velando siempre por el respeto de los derechos de los individuos aludidos en caso de falla judicial, tal y como, se refleja en el artículo 49 de la Carta Magna así como también se refleja en los tratados internacionales ratificados por el Estado venezolano.
El CNP denunció que en las detenciones de Arriaga y Antoima fue violado el derecho al debido proceso en vista de que los acusados no fueron escuchados, no tienen conocimiento de los hechos investigados y no tienen acceso a los medios probatorios para ejercer su defensa.
El pasado jueves 18 de junio Arriaga, coordinadora del portal 0800Noticias, fue detenida por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas; mientras que Antoima quedó arrestado este sábado, cuando se entregó a las autoridades al conocer de actuaciones en contra de su exesposa.
Por su parte, Garrido y Martino en medio de una carta pública denunciaron que el grupo de periodistas, en el que se incluyen, son víctimas de «una campaña de difamación e incitación al odio mediante cuentas anónimas en redes y en el canal venezolano Globovisión».