Esmeralda Arosemena de Troitiño, presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, condenó la tortura y espera el compromiso de todos los Estados para combatirla
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) urgió este miércoles 3 de julio al Estado venezolano a investigar los «probables actos de tortura» a los que fue sometido el capitán de coberta Rafael Acosta Arévalo antes de morir.
En un comunicado, la Cidh expresó «alarma» y «preocupación» por el fallecimiento de Acosta Arévalo «por probables actos de tortura» e instó «a las autoridades a investigar los hechos, juzgar y sancionar a los responsables».
«La Cidh condena la tortura y espera el compromiso de todos los Estados para combatirla”, manifestó la presidenta del organismo, Esmeralda Arosemena de Troitiño, según recoge la nota.
El organismo señaló que el militar «estaba en silla de ruedas, tenía las uñas ensangrentadas, no podía hablar y solo asentía cuando le preguntaban si había sido torturado en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim)».
El pasado 22 de mayo, la Comisión ya había expresado su preocupación por el «recrudecimiento» de las condiciones de detención en la Dgcim y dijo que había recibido información «alarmante» sobre supuestas torturas, así como tratos inhumanos, crueles y degradantes.
En su nota, la Cidh reiteró que el Estado venezolano tiene el deber de investigar «de oficio y con la debida diligencia» todas aquellas muertes de personas que se encuentran bajo su custodia.
Y señaló que esas «investigaciones no solo deben estar orientadas a establecer los responsables materiales de los hechos, sino también a los posibles autores intelectuales y a aquellas autoridades que pudieran ser responsables por acción u omisión«.