Venezuela celebró un acontecimiento histórico para la conservación de su fauna: el nacimiento del primer pichón de cóndor andino (Vultur gryphus) registrado en el país en más de dos décadas. El hecho fue confirmado por el Centro de Conservación Mundo Safari, ubicado en El Pedregal de Tabay, estado Mérida, institución que lidera el principal programa nacional de reproducción y protección de esta especie en peligro crítico de extinción.
El nacimiento se produjo tras verificarse la fertilidad del huevo la semana anterior, un evento que no ocurría en suelo venezolano desde hace 22 años. La eclosión fue supervisada por un equipo de veterinarios y especialistas, quienes difundieron imágenes del momento a través de las plataformas oficiales del centro.
Un avance clave para una especie al borde del colapso en Venezuela
El cóndor andino es una de las aves voladoras más grandes del mundo y una especie emblemática de los Andes. En Venezuela su población es extremadamente reducida y se considera en peligro crítico, según programas de conservación nacionales y reportes de centros especializados.
La reproducción en cautiverio es particularmente compleja: los cóndores son monógamos de por vida, alcanzan la madurez sexual tarde y suelen poner un solo huevo cada dos o tres años. Por ello, cada nacimiento representa un avance significativo para la supervivencia de la especie.
El proyecto de Mundo Safari, dirigido por el veterinario Adrián Carrero, busca establecer al menos cinco parejas reproductivas no emparentadas en el país, incorporando incluso ejemplares provenientes de Europa para fortalecer la diversidad genética.
Llamado a evitar el contacto humano
Tras el nacimiento, el equipo de Mundo Safari pidió a la población respetar las indicaciones de los especialistas y evitar cualquier tipo de contacto humano con la cría, una medida crucial para garantizar su desarrollo saludable y evitar la impronta, un fenómeno que puede afectar la conducta natural del ave.
El nacimiento del pichón marca el avance más relevante en años para el programa nacional de conservación del cóndor andino, que durante décadas ha enfrentado desafíos como la pérdida de hábitat, la caza ilegal y la falta de recursos para proyectos de reproducción.
La noticia ha generado entusiasmo entre organizaciones ambientales, investigadores y comunidades andinas, que ven en este logro una señal de esperanza para la recuperación de una de las especies más emblemáticas del continente.






