Partido del girasol rechaza que las vacunas sean empleadas como otra “arma política” por ambos extremos
El diputado a la Asamblea Nacional y Secretario General del Movimiento Ecológico de Venezuela, Alejandro Aguilera, planteó que Cáritas de Venezuela y el Grupo de Boston administren el plan de vacunación nacional.
Precisó que en el país es vital la participación de mediadores que ayuden a despolarizar el debate nacional y procuren facilitar mecanismos de cooperación entre posicion marcadas y claramente opuestas en el plano político.
El ecodirigente fue enfático en pedirle a quienes están en el uso del poder, como a todos los sectores de la oposición, trabajar en la construcción de un camino que permita construir «puentes y derrumbar muros».
Resaltó la necesidad de “buscar puntos de encuentro” como forma de derrumbar la “represa política que no permite que fluya el río de las soluciones para el bien de los venezolanos”.
Alejandro Aguilera reiteró que los verdes están prestos a servir como promotores de un espacio de unión nacional para que cesen los dimes y diretes con relación al tema neurálgico de las vacunas.
“Volvemos a proponer al Grupo de Boston, junto con Cáritas de Venezuela, como plataformas o mediadores; volvemos a extender nuestras manos para que baje el volúmen de la lucha política y se genere un cese al fuego político, por lo menos a lo que respecta a las vacunas”.
El miembro de la Asamblea Nacional y representante de Venezuela en el Parlamento del Mercosur (ParlaSur) fue enfático en rechazar el uso como “arma política” de las vacunas contra el Covid-19.
Ni unos, ni otros – añadió – tienen el derecho de jugar con la vida de los venezolanos; esto es una infamia y un atentado contra la nación.
Aguilera exigió cordura política y que los radicalismos entiendan que “no se puede hacer política con la salud de la gente” y agregó que “si siguen en esas guerras, la ciudadanía les pasará factura”.