El hecho ocurrió a las 10:00 a.m. del viernes 9 de julio. El hombre estaba acompañado de su esposa y su hijo de tres años de edad
Hasta el sábado 10 de julio, la ministra de Interior, Justicia y Paz, almiranta Carlos Meléndez, señaló que eran 22 los delincuentes abatidos durante el Operativo Gran Cacique Guaicaipuro, desplegado desde el viernes, luego de dos días de enfrentamiento entre delincuentes de la Cota 905 con funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana.
Sin embargo, este lunes en las afueras de Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses de Bello Monte, familiares de José Gregorio Vielma Clemente, relataron a la prensa que el hombre no figura en la lista de delincuentes abatidos el viernes, durante la incursión policial.
Ese día, a las 10:00 a.m., Vielma Clemente caminaba con su esposa y su hijo de tres años de edad por las inmediaciones de la plaza Madariaga en El Paraíso. Se dirigía a su casa, ubicada en el sector Los Laureles, parte alta de La Cota 905.
Una comisión de funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana, lo abordaron «le quitaron el niño de los brazos y le dijeron a la esposa: Ahora llóralo».
El hombre recibió varios tiros en la región intercostal izquierda. «Primero lo molieron a golpes. Tiene la nariz desprendida y casi le sacan un ojo. También lo arrastraron por un barranco en el sector Las Quintas», relataron parientes bajo reserva de sus identidades.
Vielma Clemente tenía el nombre de su hija tatuado en el cuello. Se llamaba Sophia y murió hace año y medio, a consecuencia de una infección en los pulmones. «Por ese tatuaje lo catalogaron de malandro y me lo mataron», sostuvo una tía.
El hombre se desempeñaba como mototaxista, tenía 30 años de edad y era el menor de nueve hermanos.

El Operativo Gran Cacique Guaicaipuro es un despliegue indefinido que se lleva a cabo en varias parroquias de ciudad capital, con extensión a los estados La Guaira y Miranda.
Tiene como fin, ubicar a todo el que tenga vínculos con las organizaciones delictivas, cuyos cabecillas son: Carlos » el Koki» Revette, «el Garbis» Ochoa Ruiz, de 30, y Carlos » el Vampi» Calderón, y cuyas bases estaban instaladas en la parte alta de la Cota 905, y en El Valle, aquellos ligados con Leonardo José «el Loco Leo» Polanco Angulo.
Hasta el momento solo se registran bajas de miembros de bandas y nombres que no se han dado a conocer, sin reportes sobre la ubicación de los líderes hamponiles mencionados.