La producción petrolera venezolana subió apenas 5.000 barriles por día (bpd) en promedio durante julio para alcanzar los 928.000 barriles diarios (bd) aún lejos de la meta de 1.000.000 de bpd y ahora con expectativas de mejora más complicadas por la situación política interna luego de un polémico proceso electoral.
Estos son los datos oficiales aportados por el Ministerio de Petróleo a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para el informe correspondiente al mes de agosto, divulgado este lunes 12, con cifras del mes anterior.
De acuerdo con las fuentes directas de la OPEP, la producción venezolana se estimó en 852.000 barriles diarios de crudo durante julio, 7.000 bd más que en el mes precedente.
Entre la información del despacho de Petróleo y el reporte directo de la OPEP hay una brecha de 76.000 barriles por día, 5.000 barriles diarios mayor a la reportada en el mes anterior, lo que evidencia una efectiva reducción de las exportaciones en el período.
Igualmente, la producción se desaceleró de manera importante en julio, luego de haber reportado un alza de 12.000 barriles por día en junio, según las cifras oficiales del gobierno venezolano.
Mientras que, según las fuentes secundarias de la OPEP, la desaceleración fue aún más pronunciada, ya que en junio el incremento de la extracción fue de 21.000 bpd, según el reporte de la organización.
Evidentemente, los datos oficiales y los de la OPEP muestran un estancamiento de la producción petrolera venezolana aún con el alivio de las sanciones estadounidenses, una situación que se torna preocupante, ya que analistas del sector energético consideran que, con los polémicos resultados de las elecciones del 28 de julio, Washington podría reimponer un severo esquema de sanciones.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro ha dicho que si su posición geopolítica se complica podría sustituir las alianzas con petroleras occidentales por acuerdos con los países BRICS; sin embargo, esta no es una apuesta clara, porque salvo las de Rusia y China no parece que muchas corporaciones petroleras estén dispuestas a retar las sanciones estadounidenses.
En todo caso, en ese escenario, Venezuela tendría que volver a vender crudo con elevados descuentos y en condiciones de costos más exigentes, lo que generaría una fuerte contracción de ingresos.