Los precios del crudo caían el jueves, tras registrar en la víspera su mayor desplome en un mes, debido a que la Reserva Federal mantuvo las tasas de interés pero señaló posibles subidas futuras, contrarrestando el impacto de la reducción de las reservas petroleras estadounidenses.
Los futuros del Brent para entrega en noviembre perdían 73 centavos, o 0,78%, a 92,80 dólares el barril, mientras que el West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) cedía 63 centavos, o 0,7%, a 89,03 dólares, su mínimo desde el 14 de septiembre. Ambos referenciales perdieron más de 1 dólar el jueves.
La Fed mantuvo las tasas el miércoles, pero endureció su postura, proyectando un alza de un cuarto de punto porcentual hasta el 5,50-5,75% a finales de año.
Ello podría frenar el crecimiento económico y la demanda global de combustible, y provocó un avance del dólar hasta su nivel más alto desde principios de marzo, encareciendo el petróleo y otras materias primas para los compradores que utilizan otras divisas.
Los movimientos de los bancos centrales en otros lugares también indicaron una posible presión sobre los precios del crudo. El Banco de Inglaterra, al igual que la Fed, mantuvo las tasas el jueves, tras una larga racha de alzas, pero dijo que no da por sentada la reciente desaceleración de la inflación.
Por su parte, el banco central noruego elevó el jueves su tasa de referencia y anunció de forma inesperada que es probable que vuelva a subirla en diciembre.
Los mercados energéticos no reaccionaron mucho a los datos de la Administración de Información de Energía estadounidense (EIA) del miércoles, que mostraron que los inventarios cayeron en línea con lo esperado la semana pasada, y algunos analistas afirmaron que el descenso fue menor de lo esperado.
«La decepcionante reducción de los inventarios impulsó a los operadores a recoger beneficios tras la subida del 10% registrada desde principios de mes», señalaron los analistas de ANZ en una nota.